El jefe de Gabinete, Alberto Fernández, admitió hoy que al Gobierno le "preocupa mucho" la escasez de energía de los últimos días.

Sin embargo, al igual que el presidente Néstor Kirchner este jueves, Fernández insistió en que no hay "crisis" y atribuyó la situación a problemas de "coyuntura" como la ola de frío y el crecimiento económico que generó mayor demanda.

"No me animaría a llamarla crisis". Es un problema de coyuntura que estamos viendo que afecte lo menos posible no sólo a los hogares, que no lo están sintiendo, sino también a los productores", indicó.

"La estamos llevando más o menos bien" a la situación, que "nos preocupa mucho, obviamente", consideró en declaraciones radiales, y anunció que se reuniría con el ministro de Planificación Federal, Julio de Vido, para analizar la situación.

El jefe de ministros puntualizó que "crisis sería si no hubiéramos hecho nada para sostener el crecimiento en Argentina, pero en crecer 40 por ciento no tuvimos problemas".

Destacó que la problemática "se ha manifestado ahora por que hay una ola polar", y añadió que "la demanda creció de 20 a 25 por ciento y está afectando el suministro de gas para la industria".

De todos modos, sostuvo que "estas situaciones puntuales no me animaría a llamarlas de crisis, son específicas, especiales, tiene que ver con momentos de excepción". Sobre la posibilidad de ahorrar energía en espacios públicos, indicó que el Gobierno está "trabajando en ese sentido"

"El tema energético es un tema que nosotros estamos siguiendo de cerca. Obviamente tenemos el conflicto de la demanda presente sostenida. No para esta ola de frío, y ha hecho que la demanda de gas en hogares haya crecido más de 20 por ciento en un país que en los últimos cinco años ha hecho crecer la oferta en el centro del país", señaló el jefe de ministros.