En la primera gran medida que tuvo para saber cómo quedó parado tras la salida de Lionel Messi, Barcelona se dio un duro golpe con la realidad.

El equipo catalán cayó por 3 a 0 frente al Bayern Munich en el Campo Nou, por la primera fecha de la fase de grupos de la Champions League.

Los goles de dos clásicos como Thomas Müller, a los 34 minutos del primer tiempo, y Robert Lewandowski, a los 11 y a los 40 del complemento, le dieron la victoria al equipo alemán, que ya se posicionó como líder de una zona E, que también integran Dynamo Kiev y el Benfica.

Los dirigidos por Julian Nagelsmann consiguieron con autoridad su 19ª victoria consecutiva fuera de casa en la competencia continental.
Frente a la presencia de 40 mil fanáticos, aforo máximo permitido en tiempos de pandemia en el Camp Nou, el conjunto catalán no estuvo a la altura de un rival tan fuerte como Bayern Munich, que una vez más vuelve a instalarse como uno de los candidatos al título.

El nuevo Barcelona se mostró frágil, inseguro, incapaz de imponer su fútbol. El rival se paró bien en el campo de juego y tomó las riendas del partido, para conseguir una victoria inobjetable.

Mientras que en el Barcelona lo extrañan horrores, en PSG lo disfrutan al máximo y se preparan para lo que será su debut en la Champions League con su nuevo equipo.

El entrenador Mauricio Pochettino ya adelantó que es posible que en el duelo del miércoles frente al Brujas utilice por primera vez el tridente más esperado del fútbol: La Pulga, Neymar y Kylian Mbappé.

“Es posible”, dijo el entrenador en la rueda de prensa previa al duelo de debut de su equipo en la máxima competición europea, en la que también aseguró que “no se puede ir en contra” de la expectación creada por la asociación de esos tres jugadores.

“Caí rendido ante la petición colectiva”, bromeó el entrenador, quien aseguró que todavía no tiene decidido el once de salida de su equipo ante el Brujas.

rob