Tras escandalosa suspensión del clásico ante Brasil, el vuelo charter que trasladó a la selección argentina aterrizó a las 0.20 en el aeropuerto de Ezeiza.

El combinado albiceleste quedará concentrada en el complejo de la AFA pensando en el choque del próximo jueves ante Bolivia en el Monumental, en el que será el primer partido con público desde el inicio de la pandemia de coronavirus.

Sin pasar por el hotel, el seleccionado argentino se marchó del Arena San Pablo al aeropuerto, tras permanecer por casi tres horas en el vestuario a la espera de garantías tras el escandaloso final del partido ante Brasil, que apenas duró cinco minutos.

El fútbol sudamericano quedó envuelto en un papelón del que tanto la Conmebol, la AFA y hasta la Confederación Brasileña intentaron despegarse.

El clásico sudamericano, por las Eliminatorias rumbo al Mundial de Qatar, terminó abruptamente cuando autoridades sanitarias locales (Anvisa) ingresaron al campo de juego para intentar llevarse a los jugadores Emiliano Martínez, Giovani Lo Celso, Cristian Romero y Emiliano Buendía.

El partido se suspendió y los jugadores se recluyeron en el vestuario. “Si se querían llevar a alguno de mis futbolistas no lo iba a permitir”, dijo el entrenador Lionel Scaloni.

Los cuatro jugadores involucrados fueron remitidos a la Argentina como "deportados" dando así "resuelto" para las autoridades brasileras el conflicto que tuvo mucho aroma a papelón.

Hasta la salida del avión charter del aeropuerto de San Pablo, el embajador argentino en ese país, Daniel Scioli, acompañó desde el estadio a la delegación nacional con el fin de asegurarse que no tuvieran más inconvenientes.

Ahora el plantel quedará concentrado en el predio de Ezeiza para encarar la etapa final de estos tres partido de eliminatorias con el choque previsto ante Bolivia, el próximo jueves, en el estadio Monumental, donde el equipo campeón de América jugará con público

rob