Lewis Hamilton (McLaren-Meredes) obtuvo su segunda "pole" consecutiva al lograr este sábado el mejor tiempo clasificatorio para el Gran Premio de Estados Unidos y largará el domingo, por segunda vez, delante de su compañero de equipo Fernando Alonso.

En Indianápolis, sobre un trazado que apenas conoció este fin de semana -al igual que en la pasada carrera de Canadá donde obtuvo su primera "pole" y su primer triunfo- el líder del campeonato 2007 sacó chispas.

"Conseguir mi segunda pole es más fuerte emocionalmente que la primera", dijo un jubiloso Hamilton.

El contraste entre ambos compañeros de equipo fue sorprendente una vez que salieron de sus habitáculos: Hamilton saltó sobre la trompa de su MP4-22, ambos brazos levantados y fijó una ancha sonrisa, mientras que Alonso conservó una calma olímpica, una cara impasible.

El caso es que desde los primeros ensayos libres del viernes, el actual bicampeón del mundo siempre se mostró más rápido y su derrota este sábado es probablemente una gran decepción.

"Fui el más rápido en los ensayos libres 1, 2 y 3, y luego en las dos primeras fases de clasificación Q1 y Q2, pero no en la tercera (Q3) y más importante", reconoció Alonso con ligera amargura en la conferencia de prensa.

"Estoy sorprendido, pero el ritmo que fijé desde el principio del fin de semana me hace tener confianza para la carrera", agregó el español.

Hamilton por su parte saboreó la carta que acababa de jugarle a su nuevo mejor enemigo y hasta añadió: "Estoy sorprendido (por esta pole), estoy asombrado sobre todo de que Fernando no lo hubiera hecho mejor que yo".

El español reconoció: "hice lo mejor posible en Q3 (...) siempre estamos al límite de nuestras posibilidades y a veces ganamos una décima, a veces la perdemos sin saber por qué".

Pero su compañero de equipo sí parece saber lo que le permitió lograr el primer puesto de partida: "al lanzarme a la vuelta de clasificación en el Q3 hice un ajuste a bordo y el coche logró un equilibrio perfecto", explicó.

Hamilton se lanzará otra vez al frente de la jauría el domingo, enfocado en mejorar las imprefecciones de su largada en Canadá.

"Tomé una mala salida en Canadá, pero no ganamos la carrera en la primera curva, hay que salvarla para luego acabar el Gran Premio", enunció a la manera de un sabio.

En todo caso los McLaren-Mercedes demostraron otra vez su superioridad y ocuparán la primera línea de salida de un Gran Premio por tercera vez consecutiva en 2007.

Esta vez será delante de ambas Ferrari, en una pista que se considera casi un coto de caza de la escudería italiana, ya que obtuvo seis de las siete ediciones que lleva el circuito de Indianápolis como anfitrión del Gran Premio de Estados Unidos.

"No podemos decir que sea una sorpresa ver a los McLaren-Mercedes delante", se lamentó el brasileño Felipe Massa, tercero delante del finlandés Kimi Raikkonen.

"Estamos mejor que en Canadá, logramos buenos ajustes, estamos más cerca de ellos, pero no lo suficiente, todavía nos falta velocidad", reconoció.

Y pese a que consideró que "ir a la segunda línea no es un desastre", el brasileño casi parece haber abandonado toda esperanza de victoria.

"Tenemos ideas sobre lo que hay que modificar en el coche, sobre la aerodinámica, y hay que hacerlo lo más rápido posible", explicó, añadiendo que su escuadra debía "ya pensar en el próximo Gran Premio (en Francia)", y aprovechar la dos semanas que separan ambas pruebas.

Detrás del cuarteto infernal, el finlandés Heikki Kovalainen, que recuperó sus buenos antecedentes en categorías menores, introdujo su Renault entre los dos BMW Sauber de los dos pilotos alemanes: Nick Heidfeld quinto y el debutante Sebastian Vettel séptimo.

Este último desempeñó su papel perfectamente, tras reemplazar de improviso al polaco Robert Kubica, al que no se le permitió competir tras el aparatoso accidente que sufrió en Canadá.