Un joven de 29 años que regresaba de Miami, Estados Unidos, fue detenido el domingo en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza, tras haber sido detectado por las cámaras térmicas y comprobarse que viajaba ocultando un análisis PCR positivo.

Ahora, se encuentra aislado en un hotel porteño con custodia policial y podría enfrentar una pena de hasta 15 años de prisión. Los 258 pasajeros que viajaban en el avión ya fueron avisados.

Después de que se realizara una denuncia de oficio, el juzgado ordenó la detención del pasajero, que presentó resistencia a la autoridad en el momento en que quisieron trasladarlo a un hotel porteño, ubicado en la calle Libertad, donde cumple ahora el aislamiento. El pasajero fue identificado como Santiago Solans Portillo, de 29 años, que viviría en un country de Moreno.

La Directora Nacional de Migraciones, Florencia Carignano, explicó en diálogo con Radio 10: “Para subir al avión hay que llenar una declaración jurada online y adjuntar un PCR negativo, y la aerolínea debe pedírselo antes de embarcar. Algo que acá no pasó. El pasajero presentó un certificado médico que decía que no tenía síntomas compatibles con el COVID”.

En esa línea, detalló: “La aerolínea que perimió esto fue American Airlines y vamos a sancionarla seguramente. Tienen la competencia de solicitarle a la persona el PCR que no puede tener más de 72 horas y acá no se lo pidieron. En Ezeiza, cuando bajó, pasó por las cámaras térmicas y se detectó que tenía 38 grados de fiebre”.

Acerca de la pena que le puede caber al pasajero, ya que violó el artículo 202 del Código Penal, Carignano señaló: “Entre 3 y 15 años de prisión, dependiendo de si contagió a alguien más y, ojalá no suceda, le provoque la muerte a alguno de ellos”.

Por último, la titular de Migraciones dio su opinión sobre lo ocurrido: “Es un irresponsable que subió al avión sabiendo que tenía COVID. Hay que tener responsabilidad porque estamos en pandemia”.

rob