Boca justificó en el segundo tiempo su victoria por 2-0 ante Huracán. Un gol de Franco Soldano al comienzo de la etapa y otro de Gonzalo Maroni, sobre el final del partido, le dieron al equipo xeneize el triunfo, su tercero en los tres partidos que jugó en la última semana.

Así, el conjunto que dirige Miguel Ángel Russo quedó a tres puntos del líder de la zona, Vélez, y encarará las últimas dos fechas de la fase regular con relativa tranquilidad.

El tridente de jóvenes mediocampistas de Boca (Alan Varela, Cristian Medina y Agustín Almendra) buscó desde el comienzo hacerse dueño de la zona medular del campo.

Esa postura hizo que los xeneizes dominaran la posesión: llevaron la iniciativa del juego. Un detalle: el árbitro Silvio Trucco debió haber expulsado a Varela por doble amarilla luego de una falta táctica contra Esteban Rolón. El Globo protestó, pero el árbitro se mostró firme: “¡No es para amarilla!”. Varela miró al cielo luego de la infracción.

Ese comienzo del segundo tiempo, vertiginoso, justificó la victoria xeneize. Más allá del gol “de goleador” de Soldano, Boca pudo haber aumentado la ventaja con un par de jugadas más.

Sobre todo, una que terminó en una tapada in extremis de Sebastián Meza, el arquero del Globo. A partir de los 30 minutos, el equipo xeneize reguló el trámite.

Procuró no complicarse en defensa y, además, contó con la presencia de Cristian Pavón, quien no se ponía la camiseta azul y oro desde el 2 de junio de 2019, en la final de la Copa de la Superliga que Boca perdió con Tigre en Córdoba por 2 a 0.

Los tres puntos conseguidos en Parque Patricios le permiten encarar lo que queda de la fase regular con la posibilidad de rotar futbolistas en función de los viajes y de la Copa Libertadores

rob