Una dilatada y reconocida trayectoria como investigador y docente depositó a Daniel Filmus desde el 2000 en la función pública y a partir de ese momento en una carrera política en alza, cuyo mayor contrapeso parece ser la falta de carisma.

Filmus, quien mañana cumplirá 52 años, ha obtenido cierto reconocimiento como ministro de Educación y con ese impulso el presidente Néstor Kirchner le pidió que se pusiera el overol de candidato para salir a pelear en el difícil escenario porteño.

Nacido en La Paternal en el seno de una familia judía el 3 de junio de 1955, Filmus es desde 1992 director académico de la Facultad de Ciencias Sociales Flacso, desde donde proyectó su notoriedad como sociólogo y docente.

Su ingreso a la función pública comenzó en la gestión del cuestionado ex intendente Carlos Grosso entre 1989 y 1991 y luego fue asesor del Ministerio de Educación durante el primer gobierno de Carlos Menem.

Identificado con el peronismo de los setenta y luego integrante de las fuerzas progresistas del FREPASO en los noventa, Filmus fue elegido por Aníbal Ibarra para hacerse cargo de la dirección de Educación de la Ciudad de Buenos Aires.

El triunfo de la Alianza en la Capital Federal, el 7 de mayo de 2000, le abrió las puertas para ingresar al gabinete porteño donde trabajó para reestructurar y recomponer el salario docente.

En 2003, cuando Ibarra impulsó su reelección en la ciudad lo había elegido para ser su compañero de fórmula, pero el presidente Kirchner se impusó en las elecciones nacionales y lo designó como nuevo jefe de la cartera educativa.

Sus impulsores señalan que los cuatros años de gestión estuvieron signados por la construcción de escuelas, la suba del salario docente y la reforma educativa, además del alza al seis por ciento del PBI para el presupuesto del área.

La sorpresa política llegó sobre fines de 2006 cuando el presidente Kirchner, en una riesgosa jugada política, movió piezas en el oficialismo y llevó al vicepresidente Daniel Scioli como candidato a la gobernación de la provincia de Buenos Aires y
postuló a Filmus al territorio porteño.

Filmus aguarda el resultado de ese test con la misma ansiedad que espera que su querido San Lorenzo le regale un título en el fútbol local.