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Skanska: caería la prueba clave
La causa por presuntos sobornos tomó un giro inesperado en las últimas horas. La Policía dice que no puede reconocer las voces que hablan de coimas en una grabación
1 de mayo de 2007
La prueba clave en la investigación por presunto pago de sobornos para realizar obra pública estaría a punto de ser descartada.
La grabación que derivó en el llamado a indagatoria y la posterior remoción de dos funcionarios nacionales por el caso Skanska, fue cuestionada duramente por la Policía Federal, que le restó toda validez como prueba judicial "seria".
Dos peritos señalaron en un informe presentado en Tribunales que es técnicamente imposible precisar quiénes son las dos personas que se escuchan hablando de coimas en la ampliación de gasoductos.
Los expertos afirmaron que el "elevado nivel de ruido aleatorio" que se escucha de fondo en esas grabaciones provoca un "enmascaramiento de las formantes agudas del habla, esenciales a los fines identificatorios".
De acuerdo a lo que surge del peritaje, la conclusión es que ese sonido ambiente "no es factible de ser eliminado ni atenuado mediante un procedimiento de filtrado".
El juez que descubrió esos diálogos, Javier López Biscayart, sólo le había preguntado a la División Scopométrica cómo podía mejorar el audio. Pero la respuesta fue más allá, al punto que hace tambalear un elemento de prueba al que el otro juez del caso Skanska, Guillermo Montenegro, le dio mucha importancia.
El peritaje lleva la firma de Horacio Podestá, ingeniero electrónico, y Roberto Guiet, licenciado en fonoaudiología; ambos pertenecen a la Policía Federal, que depende del ministerio del Interior.
En las famosas conversaciones, dos voces masculinas se llaman una a la otra Javier y Claudio: son —serían— Javier Azcárate, ex gerente comercial de Skanksa, y Claudio Corizzo, el auditor interno de la compañía.
La grabación fue rescatada dos semanas atrás de los servidores informáticos de la empresa, una vez eliminada desde la computadora del propio Corizzo. El origen del diálogo —según estableció López Biscayart— es un sumario interno que la multinacional sueca mandó a hacer luego de una denuncia sobre millonaria facturación apócrifa.
El descarte de los peritos de la Policía no implica que otros expertos no tengan mejores resultados en otro peritaje scopométrico. En Tribunales consideran que los mejores especialistas en la materia están en Gendarmería.
La grabación que derivó en el llamado a indagatoria y la posterior remoción de dos funcionarios nacionales por el caso Skanska, fue cuestionada duramente por la Policía Federal, que le restó toda validez como prueba judicial "seria".
Dos peritos señalaron en un informe presentado en Tribunales que es técnicamente imposible precisar quiénes son las dos personas que se escuchan hablando de coimas en la ampliación de gasoductos.
Los expertos afirmaron que el "elevado nivel de ruido aleatorio" que se escucha de fondo en esas grabaciones provoca un "enmascaramiento de las formantes agudas del habla, esenciales a los fines identificatorios".
De acuerdo a lo que surge del peritaje, la conclusión es que ese sonido ambiente "no es factible de ser eliminado ni atenuado mediante un procedimiento de filtrado".
El juez que descubrió esos diálogos, Javier López Biscayart, sólo le había preguntado a la División Scopométrica cómo podía mejorar el audio. Pero la respuesta fue más allá, al punto que hace tambalear un elemento de prueba al que el otro juez del caso Skanska, Guillermo Montenegro, le dio mucha importancia.
El peritaje lleva la firma de Horacio Podestá, ingeniero electrónico, y Roberto Guiet, licenciado en fonoaudiología; ambos pertenecen a la Policía Federal, que depende del ministerio del Interior.
En las famosas conversaciones, dos voces masculinas se llaman una a la otra Javier y Claudio: son —serían— Javier Azcárate, ex gerente comercial de Skanksa, y Claudio Corizzo, el auditor interno de la compañía.
La grabación fue rescatada dos semanas atrás de los servidores informáticos de la empresa, una vez eliminada desde la computadora del propio Corizzo. El origen del diálogo —según estableció López Biscayart— es un sumario interno que la multinacional sueca mandó a hacer luego de una denuncia sobre millonaria facturación apócrifa.
El descarte de los peritos de la Policía no implica que otros expertos no tengan mejores resultados en otro peritaje scopométrico. En Tribunales consideran que los mejores especialistas en la materia están en Gendarmería.