Algunos le adjudican la frase al propio Juan Perón, pero más allá de quien la pronunció, "hijos y entenados" forma parte de la cultura popular argentina.
Se utiliza por ejemplo para quienes no son medidos con la misma vara ante un mismo crimen.

También para cuando una ley perjudica a un sector pero deja exento a una parte. "Los que tienen coronita en la Argentina", los llaman. Los que siempre caen parados pase lo que pase.
Es similar a aquella frase que reza "hacete amigo del juez y le des de qué quejarse..."

Tras el golpe a los jubilados y pensionados votado por el Congreso, se repite la historia de hijos y entenados en la Argentina.
Las jubilaciones y pensiones de la mayoría queda devaluada, mientras que la de una minoría seguirá actualizándose al ritmo de la inflación.

Ahora, Alberto Fernández prometió ir detrás de las jubilaciones de privilegio, pero habrá que ver si la casta política se lo permite.
Adolfo Rodríguez Saá, presidente por una semana en la Argentina y actual senador del Frente de Todos aliado a Cristina Kirchner, cobra hoy por declarar un default aplaudido de pie en el Congreso que le cuesta a millones de argentinos sangre, sudor y lágrimas, un haber de 397 mil pesos mensuales.
En marzo último, cuando percibía 'sólo' unos $ 300 mil, lo consultaron sobre su jubilación.
“Yo no tengo ninguna jubilación de privilegio. Si usted se refiere a la pensión que establece la ley que gozan todos los ex presidentes de la Nación, la tengo y la cobro. Ahora si usted la califica de privilegio, está bien, pero no es así”, respondió un cronista de El Chorrillero al finalizar la inauguración de una sede partidaria.

Pasaron unos segundos y completó la respuesta: “Todos los ex presidentes de la Argentina la cobran”.

En su caso, y en el de al menos una de sus pares ex presidentes, esos ingresos constituyen una porción ínfima de sus respectivas fortunas acrecentadas durante el ejercicio público.