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Firme reclamo a EEUU por un informe sobre la Argentina
El gobierno llamó al embajador a la Cancillería para transmitirle su “desagrado” por el el último reporte del Departamento de Estado norteamericano acerca del país
23 de mayo de 2007
El gobierno argentino reaccionó hoy indignado por un informe del Departamento de Estado norteamericano en el que advirtió a los turistas de su país que viajen a la Argentina sobre la proliferación de robos callejeros y secuestros express.
El informe también alertó sobre los inconvenientes que afrontan los vuelos debido a "huelgas, sobreventa de pasajes y problemas técnicos en aeropuertos".
Al trascender el contenido del informe, el canciller Jorge Taiana convocó al embajador de los Estados Unidos en el país, Earl Anthony Wayne, para expresarle el "desagrado" que provocó en el gobierno argentino esa información al que consideró extemporaneo
ya que "no responde a la realidad actual del país".
En el reporte actualizado sobre la situación del país, el Departamento de Estado norteamericano mencionó a la Argentina como una "nación de ingreso medio que sufrió una severa crisis económica en 2001-2002".
En el informe se alerta sobre los problemas que regularmente sufren los vuelos de cabotaje, y entre esos inconvenientes enumeró "las huelgas, la sobreventa de pasajes y los problemas técnicos en aeropuertos, que a veces derivan en demoras o en la pérdida de conexiones".
Este documento causó malestar en el Gobierno argentino por lo que el canciller Jorge Taiana reaccionó de forma inmediata y citó a su par de Estados Unidos, Earl Anthony Wayne, en la sede de la Cancillería, donde el ministro transmitió el "desagrado" que causó en el país el contenido de ese informe.
También, el Departamento de Estado evaluó que la Argentina "ha tenido una importante recuperación" tras la crisis, pero interpretó que esa mejoría "ha traído también un aumento del crimen callejero".
Al referirse a la inseguridad, se destacó que "los accidentes de tránsito son la primera amenaza a la vida", al punto de haberse reportado en 2006 "unas 7.500 muertes" por accidentes.
En ese sentido, se señala que los norteamericanos "deben ser cautos", sean peatones o conductores, dado que los argentinos "ignoran las leyes de tránsito y los vehículos viajan a menudo a velocidad excesiva".
Por otra parte, el informe destacó que "los manifestantes bloquean calles y autopistas, causando embotellamientos y demoras en la circulación".
"Usualmente no son violentas, pero a veces se realizan frente a la embajada de los Estados Unidos o ante sucursales de locales de origen norteamericano, por lo que se recomienda usar el sentido común y evitar en esos casos las multitudes reunidas para
protestar", indicó el Departamento de Estado.
En cuanto a los secuestros, se advirtió que "siguen ocurriendo", con un modus operandi en el que "normalmente se lleva a la víctima a recoger dinero de cajeros automáticos, tras lo cual se la libera ilesa".
Al referirse a los robos callejeros, el informe los considera "un problema para locales y turistas principalmente en el Gran Buenos Aires y en Mendoza".
"Los visitantes deben estar alerta de ladrones, carteristas y timadores, tanto en la calle como en lobbies de hoteles y en los puertos a los que arriban cruceros. Los delincuentes generalmente trabajan en grupo y debe asumirse que van armados", se advirtió.
Se puntualizó el accionar de los "mostaceros", quienes "ensucian a la víctima, un cómplice se ofrece a limpiar la ropa y allí se produce el robo".
Por último, la comunicación aludió al transporte público, al que consideró "confiable y seguro", aunque recomendó el uso de "radiotaxis y remises contactados vía telefónica".
El informe también alertó sobre los inconvenientes que afrontan los vuelos debido a "huelgas, sobreventa de pasajes y problemas técnicos en aeropuertos".
Al trascender el contenido del informe, el canciller Jorge Taiana convocó al embajador de los Estados Unidos en el país, Earl Anthony Wayne, para expresarle el "desagrado" que provocó en el gobierno argentino esa información al que consideró extemporaneo
ya que "no responde a la realidad actual del país".
En el reporte actualizado sobre la situación del país, el Departamento de Estado norteamericano mencionó a la Argentina como una "nación de ingreso medio que sufrió una severa crisis económica en 2001-2002".
En el informe se alerta sobre los problemas que regularmente sufren los vuelos de cabotaje, y entre esos inconvenientes enumeró "las huelgas, la sobreventa de pasajes y los problemas técnicos en aeropuertos, que a veces derivan en demoras o en la pérdida de conexiones".
Este documento causó malestar en el Gobierno argentino por lo que el canciller Jorge Taiana reaccionó de forma inmediata y citó a su par de Estados Unidos, Earl Anthony Wayne, en la sede de la Cancillería, donde el ministro transmitió el "desagrado" que causó en el país el contenido de ese informe.
También, el Departamento de Estado evaluó que la Argentina "ha tenido una importante recuperación" tras la crisis, pero interpretó que esa mejoría "ha traído también un aumento del crimen callejero".
Al referirse a la inseguridad, se destacó que "los accidentes de tránsito son la primera amenaza a la vida", al punto de haberse reportado en 2006 "unas 7.500 muertes" por accidentes.
En ese sentido, se señala que los norteamericanos "deben ser cautos", sean peatones o conductores, dado que los argentinos "ignoran las leyes de tránsito y los vehículos viajan a menudo a velocidad excesiva".
Por otra parte, el informe destacó que "los manifestantes bloquean calles y autopistas, causando embotellamientos y demoras en la circulación".
"Usualmente no son violentas, pero a veces se realizan frente a la embajada de los Estados Unidos o ante sucursales de locales de origen norteamericano, por lo que se recomienda usar el sentido común y evitar en esos casos las multitudes reunidas para
protestar", indicó el Departamento de Estado.
En cuanto a los secuestros, se advirtió que "siguen ocurriendo", con un modus operandi en el que "normalmente se lleva a la víctima a recoger dinero de cajeros automáticos, tras lo cual se la libera ilesa".
Al referirse a los robos callejeros, el informe los considera "un problema para locales y turistas principalmente en el Gran Buenos Aires y en Mendoza".
"Los visitantes deben estar alerta de ladrones, carteristas y timadores, tanto en la calle como en lobbies de hoteles y en los puertos a los que arriban cruceros. Los delincuentes generalmente trabajan en grupo y debe asumirse que van armados", se advirtió.
Se puntualizó el accionar de los "mostaceros", quienes "ensucian a la víctima, un cómplice se ofrece a limpiar la ropa y allí se produce el robo".
Por último, la comunicación aludió al transporte público, al que consideró "confiable y seguro", aunque recomendó el uso de "radiotaxis y remises contactados vía telefónica".