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Skanska descarga culpas en "un grupo de empleados"
Según la firma, en la corrupción sólo estuvo involucrado "un conjunto de empleados que buscaron enriquecerse". Inminente procesamiento a ex directivos
22 de mayo de 2007
Cuando es inminente el procesamiento de ex directivos de la constructora sueca Skanska, la empresa cargó las tintas contra sus ex empleados por el presunto pago de coimas para participar de la ampliación de un gasoducto, en un escándalo que tiene varios detenidos y generó la salida del Gobierno de dos funcionarios.
La firma aseguró hoy que en el caso de corrupción sólo estuvieron involucrados "un conjunto de empleados que buscaron ser el rey Midas de los negocios por un lado, y por el otro, enriquecerse ellos por la operación".
De esa manera el flamante vocero de la compañía sueca, Miguel Ritter, descartó totalmente que la empresa como tal hubiera estado involucrada en el caso de presuntas coimas pagadas para que la firma pudiera acceder a la realización del Gasoducto del Norte.
Por otra parte Ritter confirmó que Skanska ordenó "una auditoría de la auditoría" ya realizada y expresó su esperanza en que el daño que sufre ahora la reputación de la compañía "pueda ser acotado, pero nunca se sabe".
La carga del vocero de la empresa contra los ex empleados coincide con la novedad de que el juez en lo Penal Tributario, Javier López Biscayart, procesaría en las próximas horas a los ex directivos a los que mandó a detener hace dos semanas.
La calificación jurídica que elija va a definir si los vuelve a meter presos: la evasión impositiva agravada, a diferencia de la simple, es un delito considerado no excarcelable.
La figura es agravada cuando el monto evadido supera el millón de pesos en un mismo impuesto durante un año.
Al tomar las indagatorias, el juez les imputó a los 12 ex empleados de Skanska y otras personas vinculadas una evasión de $ 8,3 millones, que alcanzaron, por ejemplo, los 2,5 millones sólo de IVA en 2005 y los 4,1 millones de Ganancias en el mismo año. Sin embargo, a pedido del fiscal Germán Bincaz recalificó provisoriamente los hechos como evasión simple y así les concedió la libertad.
La ley castiga la evasión simple con una pena de 2 a 6 años de prisión, mientras que para la agravada la escala sube de los 3 y 6 meses hasta a los 9 años.
Entre los futuros procesados se encontrarían dos ex CEO de Skanska, Mario Piantoni y Gustavo Vago, también citados a indagatoria por el juez federal Guillermo Montenegro en la investigación sobre presuntas coimas a funcionarios. Lo que investigan en los dos juzgados es lo mismo: la facturación apócrifa que Skanska usó mientras participó de la ampliación del Gasoducto del Norte, obra impulsada desde el Ministerio de Planificación.
La firma aseguró hoy que en el caso de corrupción sólo estuvieron involucrados "un conjunto de empleados que buscaron ser el rey Midas de los negocios por un lado, y por el otro, enriquecerse ellos por la operación".
De esa manera el flamante vocero de la compañía sueca, Miguel Ritter, descartó totalmente que la empresa como tal hubiera estado involucrada en el caso de presuntas coimas pagadas para que la firma pudiera acceder a la realización del Gasoducto del Norte.
Por otra parte Ritter confirmó que Skanska ordenó "una auditoría de la auditoría" ya realizada y expresó su esperanza en que el daño que sufre ahora la reputación de la compañía "pueda ser acotado, pero nunca se sabe".
La carga del vocero de la empresa contra los ex empleados coincide con la novedad de que el juez en lo Penal Tributario, Javier López Biscayart, procesaría en las próximas horas a los ex directivos a los que mandó a detener hace dos semanas.
La calificación jurídica que elija va a definir si los vuelve a meter presos: la evasión impositiva agravada, a diferencia de la simple, es un delito considerado no excarcelable.
La figura es agravada cuando el monto evadido supera el millón de pesos en un mismo impuesto durante un año.
Al tomar las indagatorias, el juez les imputó a los 12 ex empleados de Skanska y otras personas vinculadas una evasión de $ 8,3 millones, que alcanzaron, por ejemplo, los 2,5 millones sólo de IVA en 2005 y los 4,1 millones de Ganancias en el mismo año. Sin embargo, a pedido del fiscal Germán Bincaz recalificó provisoriamente los hechos como evasión simple y así les concedió la libertad.
La ley castiga la evasión simple con una pena de 2 a 6 años de prisión, mientras que para la agravada la escala sube de los 3 y 6 meses hasta a los 9 años.
Entre los futuros procesados se encontrarían dos ex CEO de Skanska, Mario Piantoni y Gustavo Vago, también citados a indagatoria por el juez federal Guillermo Montenegro en la investigación sobre presuntas coimas a funcionarios. Lo que investigan en los dos juzgados es lo mismo: la facturación apócrifa que Skanska usó mientras participó de la ampliación del Gasoducto del Norte, obra impulsada desde el Ministerio de Planificación.