Nicolas Sarkozy asumió este miércoles la presidencia de Francia con un fuerte mensaje de unidad y llamó a "romper con el pasado"

Tras recibir el poder en manos del saliente mandatario, Jacques Chirac, el flamante presidente destacó que su gobierno buscará "la exigencia de orden", la "lucha contra el inmovilismo" y "la necesidad de resultados".

La ceremonia de asunción se realizó en el Palacio Elíseo, en el centro de París, donde Sarkozy prometió que gobernará para "unir a todos los franceses" y "romper con el pasado" para crear una "democracia irreprochable".

"Pienso en la necesidad de creer en un futuro mejor que tanto se expresó en la campaña (...) Nunca tantos franceses sintieron una injusticia tan fuerte", recordó el conservador Sarkozy, de 52 años, investido para un mandato de cinco años.

Sarkozy ganó las elecciones del 6 de mayo pasado con promesas de reformas y una ruptura con el pasado.

El flamante presidente recibió un collar con medallones con los nombres de todos los anteriores mandatarios de Francia y el suyo propio.

Chirac abandonó el Elíseo tras 12 años en el poder.