Ernesto Clarens, el financista vinculado a Néstor Kirchner que aparece mencionado por varios empresarios como receptor de sobornos en la causa de los cuadernos de Oscar Centeno, será investigado por la justicia uruguaya.

Clarens, que pidió sumarse a los arrepentidos, es clave en la investigación para saber cómo se fugó el dinero de la corrupción K.

Con más de 200 viajes al exterior, de los cuales 164 fueron al Uruguay, uno de los claros destinos para sacar fondos negros, según entiende la Justicia de Uruguay, 91 fueron realizados en barcos privados, a pesar de tener una empresa de taxis aéreos.

Además, en al menos siete veces, Clarens coincidió en aquel país con Daniel Muñoz, el secretario privado de Néstor Kirchner, aunque se aseguraban ir por vías diferentes.

Las maniobras del financista fueron incesantes desde que asumió la presidencia Néstor Kirchner en 2003, hasta que estalló el caso de los cuadernos, y fue señalado por los empresarios de la construcción como el protagonista de las maniobras para mover más de 200 millones de dólares al exterior.

En paralelo a esta causa, su financiera Invernes es investigada en la causa por lavado conocida como "La Ruta del Dinero K", por la que está detenido Lázaro Báez.

En esta investigación, Clarens aparece involucrado en la trama por la que el empresario blanqueó U$S 60 millones. Habría triangulado fondos de Báez por cuentas bancarias en Suiza, Hong Kong, las Antillas Holandesas Bahamas, Estados Unidos y Uruguay.