A pesar del anuncio del gobernador interino de Santa Cruz, Daniel Peralta, de convocar a paritarias a los gremios estatales, los docentes de Adosac votaron ayer la continuidad de la huelga en reclamo de un aumento del salario básico, clavado desde hace 16 años en 161 pesos.

Los maestros consideraron insuficiente el anticipo de Peralta de que esta misma semana enviará a la Legislatura local un proyecto de ley para reabrir la discusión paritaria y ratificaron por otros cinco días la medida de fuerza, que ya lleva más de 30 ininterrumpidos desde que estalló el conflicto.

"Ante la ausencia de una propuesta salarial continuaremos el paro", argumentaron los dirigentes de Adosac, mientras que la Mesa de Unidad Sindical (que conforman los maestros y la mayoría de los gremios estatales) anunció para este lunes un nuevo cacerolazo para respaldar los reclamos salariales.

Frente a la inflexibilidad de los gremios, que se suma al clima de convulsión que el sábado pasado tuvo su expresión más fiel en el escrache sufrido por la ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner, Peralta pondrá a prueba sus dotes de buen negociador para intentar superar la crisis política y social que atraviesa esa provincia. Le espera una tarea complicada.

La Rosada alberga la esperanza de que el golpe de timón en su estrategia para enfrentar el conflicto, que viró de la dureza inicial a una apuesta por abrir el diálogo con todos los sectores, junto a una propuesta de 500 pesos para los docentes, conduzca a la provincia patagónica a su normalización.