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Pantoja volvió a cantar
Lo hizo en Valladolid y fue la primera presentación luego del escándalo que derivo en su detención. Cautivó a 15.000 personas en la plaza de toros de la ciudad española
13 de mayo de 2007
Isabel Pantoja ofreció en Valladolid su primer concierto tras su detención por el 'caso Malaya'. La tonadillera subió al escenario precedida por el cruce de acusaciones entre sus partidarios y detractores, que calentaron el ambiente durante las horas previas al recital.
A las 9:58 horas se desató el delirio. La diva emergió bajos los sones del pasodoble 'Francisco Alegre', un tema con el que consiguió cautivar a las cerca de 15.000 personas que llenaban la Plaza Mayor de Valladolid. Por si la situación necesitaba de ayuda, añadió al término de la canción: «Muchas gracias de todo corazón por estar aquí».
Así, con el público en el bolsillo, Isabel Pantoja atacó su segundo tema elegido, quizá con doble lectura: 'Ay, pena, penita', para añadir: "Gracias al público de Valladolid y a los que habéis venido desde fuera".
Isabel Pantoja regresó a los escenarios -por primera vez tras su detención- con bata de cola naranja, mantón del mismo color y el pelo recogido. Sin duda la proliferación de pancartas de apoyo le reconfortaron y no dudó en devolver al público todo un muestrario de gestos, suspiros y manos llevadas al corazón.
Dos horas antes del concierto, los ánimos de partidarios y detractores se calentaron hasta llegar al cruce de acusaciones. Mientras uno de los críticos clamó: "Es una vergüenza traer a una corrupta", un incondicional de la tonadillera respondió indignado: "¡Si no te gusta, no haber venido al concierto!".
Después de las siete de la tarde, la Pantoja apareció en el escenario a cantar un tema como prueba de sonido. Su fugaz aparición, envuelta en un vestido estampado violeta y amarillo, echarpe blanco y gafas de sol, fue regalo inesperado para sus fans, algunos llegados desde puntos remotos de España.
A las 9:58 horas se desató el delirio. La diva emergió bajos los sones del pasodoble 'Francisco Alegre', un tema con el que consiguió cautivar a las cerca de 15.000 personas que llenaban la Plaza Mayor de Valladolid. Por si la situación necesitaba de ayuda, añadió al término de la canción: «Muchas gracias de todo corazón por estar aquí».
Así, con el público en el bolsillo, Isabel Pantoja atacó su segundo tema elegido, quizá con doble lectura: 'Ay, pena, penita', para añadir: "Gracias al público de Valladolid y a los que habéis venido desde fuera".
Isabel Pantoja regresó a los escenarios -por primera vez tras su detención- con bata de cola naranja, mantón del mismo color y el pelo recogido. Sin duda la proliferación de pancartas de apoyo le reconfortaron y no dudó en devolver al público todo un muestrario de gestos, suspiros y manos llevadas al corazón.
Dos horas antes del concierto, los ánimos de partidarios y detractores se calentaron hasta llegar al cruce de acusaciones. Mientras uno de los críticos clamó: "Es una vergüenza traer a una corrupta", un incondicional de la tonadillera respondió indignado: "¡Si no te gusta, no haber venido al concierto!".
Después de las siete de la tarde, la Pantoja apareció en el escenario a cantar un tema como prueba de sonido. Su fugaz aparición, envuelta en un vestido estampado violeta y amarillo, echarpe blanco y gafas de sol, fue regalo inesperado para sus fans, algunos llegados desde puntos remotos de España.