Según las reglas del protocolo real, el príncipe Harry y Meghan Markle tendrán que devolver los regalos de su boda.

Según el diario británico Express el valor de los presentes, de familiares, ciudadanos y empresas en general, ascendería 9 millones de dólares, y los duques están obligados a devolverlos.

Los novios habían solicitado antes del casamiento que todos los que quisieran enviarle un presente para desearle buenos augurios, hicieran en cambio una donación a alguna de las entidades de caridad a las que ellos apoyan habitualmente.

Sin embargo, el Palacio de Kensington recibió pilas de cajas y paquetes de empresas y celebridades destinados a los duques de Sussex. Pero los regalos serán devueltos.

Con este gesto, se busca que los duques no se conviertan en objetivos publicitarios involuntarios para empresas.

"Los obsequios ofrecidos por personas privadas que residen en el Reino Unido y que no son conocidos personalmente por el miembro de la familia real deben rechazarse cuando haya dudas sobre la propiedad o los motivos del donante o del obsequio en sí", dicen las reglas del protocolo royal.

Ahora, un secretario del palacio registrará cada regalo y lo mandará de vuelta, probablemente con una nota de agradecimiento.