En el tercer aniversario del crimen del fiscal Alberto Nisman, la jueza federal Sandra Arroyo Salgado aseguró que su exmarido fue víctima de "un plan criminal con intervención de agentes del Estado" porque "la única manera de callarlo era matarlo".

En comunicación con Radio Mitre, la magistrada dijo que el hecho "debería ser considerado un delito de lesa humanidad" y consideró que "habría que replantear el concurso premeditado de dos o más personas" en la muerte del ex fiscal de la causa AMIA.

A pesar de los importantes avances en la causa en el último mes, Arroyo Salgado definió la muerte de Nisman como "un magnicidio que cruzó una raya en la Argentina" e insistió en que detrás del crimen había un doble objetivo: "Primero, silenciarlo; y segundo, condicionar la actuación de los jueces y fiscales, demostrando qué le podía pasar a quienes se animaban a investigar. Alberto fue el que se animó y tuvo la valentía de denunciar al poder vigente".

Con respecto a la investigación judicial, la magistrada se consideró que "va a ser muy difícil avanzar en cuanto a despejar todos los que estuvieron detrás de este plan criminal".