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Franceses a un paso de hacer presidente a Sarkozy
Los sondeos previos indican que el líder conservador derrotará a la socialista Royal en el ballottage que ya se hace en Francia. El ganador sucederá Chirac
6 de mayo de 2007
El conservador Nicolas Sarkozy o la socialista Ségolène Royal: los franceses comenzaron a votar el domingo para elegir al sucesor de Jacques Chirac, en el poder
desde hace 12 años, en unas elecciones que supondrán la llegada al poder de una nueva generación y marcarán un punto y aparte en la V República.
Después de una intensa campaña electoral que atrajo las miradas de todo el mundo, el nombre de Sarkozy sonaba como favorito para presidir el país en los próximos cinco años, según todos los sondeos.
Su equipo ya prepara una gran fiesta en la plaza de la Concordia de París, cerca de los Campos Elíseos, para festejar la victoria, mientras los directivos socialistas denunciaron en las últimas horas la manipulación de los sondeos de opinión.
En cualquier caso, los franceses han demostrado en el pasado que son capaces de dar la vuelta a las previsiones de las encuestas cuando llega el día de ir a votar y por tanto, el misterio está garantizado hasta el fin de la jornada.
"La elección que convulsionará a Francia", previó el Diario del Domingo en este 6 de mayo.
Según los expertos, el interés que generará esta segunda vuelta será igual o mayor que el registrado en la primera, el pasado 22 de abril, cuando un 84% de los ciudadanos votó.
Cuatro horas después de la apertura de los colegios electorales, a las 12h00 locales (10h00 GMT), la participación en el país llegaba al 34,11% es decir, tres puntos más que en la primera vuelta y ocho puntos más que en la segunda vuelta de 2002.
Este domingo, dos concepciones diferentes de la sociedad francesa y dos recetas opuestas para sacar al país de la crisis económica y social se están enfrentando en las urnas.
De un lado Sarkozy, de 52 años, apóstol del orden, la seguridad y el valor del trabajo, que prometió reformar el país de arriba a abajo y defiende ideas bastante polémicas en materia de inmigración, pero tiene un plan viable y preciso para sacar al
país de la crisis económica y promete ser el "portavoz de todo el pueblo francés".
Del otro, Royal, de 53, la primera mujer con posibilidades reales de convertirse en presidenta de este país, que asegura ser capaz de resolver los males de Francia "sin brutalidad", promete conciliar progreso económico con justicia social y acusa a su
adversario de dividir al país en lugar de unirlo.
Más allá de la izquierda y derecha que representan, Sarkozy y Royal encarnan en sí mismos una renovación en la clase dirigente francesa, muy conservadora y a menudo alejada de los problemas reales de los ciudadanos.
Las últimas oficinas electorales cerrarán a las 20h00 locales (18h00 GMT) y el nombre del futuro presidente de Francia se conocerá minutos después gracias a resultados parciales.
desde hace 12 años, en unas elecciones que supondrán la llegada al poder de una nueva generación y marcarán un punto y aparte en la V República.
Después de una intensa campaña electoral que atrajo las miradas de todo el mundo, el nombre de Sarkozy sonaba como favorito para presidir el país en los próximos cinco años, según todos los sondeos.
Su equipo ya prepara una gran fiesta en la plaza de la Concordia de París, cerca de los Campos Elíseos, para festejar la victoria, mientras los directivos socialistas denunciaron en las últimas horas la manipulación de los sondeos de opinión.
En cualquier caso, los franceses han demostrado en el pasado que son capaces de dar la vuelta a las previsiones de las encuestas cuando llega el día de ir a votar y por tanto, el misterio está garantizado hasta el fin de la jornada.
"La elección que convulsionará a Francia", previó el Diario del Domingo en este 6 de mayo.
Según los expertos, el interés que generará esta segunda vuelta será igual o mayor que el registrado en la primera, el pasado 22 de abril, cuando un 84% de los ciudadanos votó.
Cuatro horas después de la apertura de los colegios electorales, a las 12h00 locales (10h00 GMT), la participación en el país llegaba al 34,11% es decir, tres puntos más que en la primera vuelta y ocho puntos más que en la segunda vuelta de 2002.
Este domingo, dos concepciones diferentes de la sociedad francesa y dos recetas opuestas para sacar al país de la crisis económica y social se están enfrentando en las urnas.
De un lado Sarkozy, de 52 años, apóstol del orden, la seguridad y el valor del trabajo, que prometió reformar el país de arriba a abajo y defiende ideas bastante polémicas en materia de inmigración, pero tiene un plan viable y preciso para sacar al
país de la crisis económica y promete ser el "portavoz de todo el pueblo francés".
Del otro, Royal, de 53, la primera mujer con posibilidades reales de convertirse en presidenta de este país, que asegura ser capaz de resolver los males de Francia "sin brutalidad", promete conciliar progreso económico con justicia social y acusa a su
adversario de dividir al país en lugar de unirlo.
Más allá de la izquierda y derecha que representan, Sarkozy y Royal encarnan en sí mismos una renovación en la clase dirigente francesa, muy conservadora y a menudo alejada de los problemas reales de los ciudadanos.
Las últimas oficinas electorales cerrarán a las 20h00 locales (18h00 GMT) y el nombre del futuro presidente de Francia se conocerá minutos después gracias a resultados parciales.