El lock out decidido organizado por la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap) pisó fuerte en el Mercado de Liniers.

Este viernes llegaron al mercado poco más de tres mil cabezas, cuando el número de operaciones habitual para el último día hábil de la semana es de entre 8 y 9 mil.

En total, en la primera semana de la medida ingresaron 9371 cabezas de ganado a ese centro, provocando una caída de un 57,05 por ciento con respecto a la semana pasada.

Sin embargo, los organizadores de la protesta garantizaron que "no hay motivos para que falte carne en las góndolas", ya que los frigoríficos que faenan para cubrir la demanda del mercado interno "cuentan con importante cantidad de reservas de reses en cámaras".

Carbap destacó que la protesta se extenderá durante la próxima semana y que tiene como objetivo "generar la atención sobre los serios problemas económicos y sociales" del país, así como que éstos "podrían ocasionar la disminución de la actividad ganadera en las comunidades del interior productivo del país".

El paro de los productores ganaderos -que no participaron del acuerdo que firmaron otras entidades ruralistas con el Gobierno- es en protesta por la política oficial de regulación de precios de la carne.