La tristeza por la tragedia del avión que llevaba al plantel de Chapecoense y dejó decenas de muertos recorre el mundo. Pero, como en ningún otro rincón del planeta, las lágrimas y el luto se concentraron en la propia sede del joven club de Chapecó, Brasil. Hasta allí se acercaron cientos de hinchas que rezaron, cantaron y se consolaron. Allí, también, los jugadores del plantel que no habían sido convocados se reunieron para acompañarse.

Desde temprano, las inmediaciones del club brasileño se llenaron de hinchas, mientras que directivos y jugadores ingresaron al predio. "Estamos muy tristes, reunidos aquí en el vestuario de nuestro estadio", contó a SporTV Iván Tozzo, vicepresidente del club, cuando se habían juntado a esperar noticias. Entre estas personas, había jugadores que no fueron convocados para la final. Como el argentino Alejandro Martuccino, quien no viajó por estar recuperándose de una lesión.

“Hay mucha gente llorando en nuestra ciudad, nunca pudimos imaginarnos esto. El Chapecoense es el mayor motivo de alegría aquí”, describió el dirigente.

Chapecó es una ciudad de 200 mil habitantes, situada al oeste del estado de Santa Catarina. Una pequeña localidad que quedó devastada por la tragedia aérea.

Los hinchas rodearon el Arena Condá, el estadio del equipo que era pura expectativa en la previa de su primera final internacional. Allí cantaron y aplaudieron, como si alentaran a su club. Allí también los hinchas rezaron al unísono el Padre Nuestro, en portugués.