En una ANSeS donde según el gobierno sobran los "ñoquis", el más notorio era el ex vicepresidente Amado Boudou, quien pretendía seguir cobrando su contrato en el organismo.

Fue despedido como director ejecutivo formalmente porque tras el cese de su cargo el pasado 10 de diciembre no regresó de forma inmediata al organismo, por lo que se consideró que la relación laboral había terminado. La entidad lo despidió al basarse en el artículo 215 de la Ley de Contratos de Trabajo (según Ley Nº 21297) que establece que "los trabajadores que por razón de ocupar cargos electivos en el orden nacional, provincial o municipal, dejaran de prestar servicios, tendrán derecho a la reserva de su empleo por parte del empleador y a su reincorporación hasta 30 días después de concluido el ejercicio de sus funciones".

Boudou entró a trabajar en el Estado en 2001. Tras varias idas y venidas, en 2008 se convirtió en el nuevo jefe de la ANSeS en reemplazo de Sergio Massa, quien pasó a la Jefatura de Gabinete del gobierno de Cristina Fernández, pero en julio de 2009 volvió a abandonar el organismo se lo nombró al frente del Ministerio de Economía.

Ya no regresó pues en 2011 fue electo vicepresidente de la Nación, puesto que ostentó hasta el pasado 10 de diciembre, cuando Mauricio Macri asumió la Presidencia.

El ex vice nunca renunció a su cargo en el organismo, sino que estaba con licencia sin goce de sueldo hasta el mes pasado cuando cesaron su contrato.