Parece que el proyecto más temido por la ex presidenta Cristina Fernández es el mismo que ella y su fallecido esposo intentaron imponer durante sus mandatos pero quedó trunco por la sorpresiva desaparición de Néstor Kirchner en 2010.

"Si Macri arregla con los buitres, se quedan 12 años", le habría dicho la mandataria a un empresario que la visitó en Río Gallegos, según Clarín. El martes, cuando el llamado a declaración indagatoria de Cristina Kirchner existía sólo en las pesadillas de los kirchneristas más apasionados, la ex presidenta almorzó en Río Gallegos con uno de los empresarios que solía visitarla cuando vivía en la Quinta de Olivos.

Cristina tenía un sólo tema en su cabeza: la aceleración de negociaciones del Gobierno con los holdouts en Nueva York. Para que su interlocutor entendiera su preocupación principal, fue al grano: "Si Macri arregla con los buitres, se queda 12 años", disparó a boca de jarro.

Obsesionada en su momento por retener el poder a cualquier costo, la ex presidenta está convencida de que su sucesor tiene un proyecto de permanencia en el poder similar al que construyó ella con su marido.

"No va a buscar la reelección: va a poner a otro y después va a volver", suele decir a quienes la visitan en su retiro santacruceño. No importa si ese dato es verdadero o falso, pero sí es útil para predecir el modo en que actuará en los próximos meses Cristina, quien no sólo dejó bombas de tiempo a su sucesor, sino que también habría torpedeado la posibilidad de que Daniel Scioli fuese presidente porque su objetivo era volver ella o algún delfín ultrakirchnerista en el 2019.

La ex jefa de Estado especula con que si Macri consigue salir del default, el mundo le brindará el financiamiento que necesita para evitar un ajuste fiscal significativo.