Hollywood sube por fin el telón de "El Despertar de la Fuerza", la primera entrega en diez años de "Star Wars", que se estrena en Los Ángeles en medio del delirio de sus devotos seguidores.

Los fanáticos pueden ver de cerca a la realeza de Hollywood en esta alfombra roja plagada de estrellas que precede al estreno de la película más esperada del año.

A partir del miércoles, los cines de todo el mundo comenzarán a proyectarla.

Con esta promesa, decenas de seguidores acamparon por una semana, algunos completamente disfrazados, ante la entrada del Teatro Chino en el Hollywood Boulevard, donde la primera "Guerra de las galaxias" comenzó su viaje décadas atrás y que, junto a dos salas de cine vecinas, hospeda este lunes el gran evento.

Los conductores necesitan la verdadera ayuda de la Fuerza para acercarse a la zona: las calles aledañas se cerraron al tráfico y la policía de Los Ángeles desplegó más agentes.

"Es probablemente el estreno más importante en décadas", dijo Jeff Bock, analista de Exhibitor Relations, que rastrea las cifras de la industria. "Hay más seguridad que durante los premios de la Academia. Es enorme".

A sus 23 años y en su primer papel en el cine, la británica Daisy Ridley se apresta a convertirse en pocas horas en una celebridad galáctica con su interpretación de Rey, el relevo de la princesa Leia y uno de los personajes principales de "El Despertar de la Fuerza".

"Cuando terminamos de filmar, nos decíamos la película sale dentro de mucho tiempo pero ahora aquí estamos. Tengo miedo de que la gente la vea y al mismo tiempo tengo muchas ganas", dijo Ridley a la AFP.

Rey estará acompañada en sus aventuras por Finn, un soldado imperial que se pasa al lado de la Fuerza y es interpretado por otro inglés, John Boyega, así como por el piloto rebelde Poe Dameron, encarnado por el guatemalteco-estadounidense Oscar Isaac.

Harrison Ford y Carrie Fisher, los actores legendarios de la primera trilogía, volverán a ponerse en los papeles de Han Solo y de la princesa Leia para felicidad de millones de fanáticos.

Cuatro décadas después del lanzamiento de la primera película de "Star Wars", en 1977, el amor por la saga nunca ha declinado y sus expresiones e imágenes siguen impregnado profundamente la cultura popular.

Bien sea por "los temas, la Fuerza, las espadas láser, hay algo (en Star Wars) que llega a la gente y no se cómo explicarlo", señaló Daisy Ridley.

El director J.J. Abrams, a quien se le ha encargado esta nueva entrega, tiene ante sí un doble reto: satisfacer a millones de seguidores al tiempo que proyectar la saga hacia el futuro.

La trama, que tendrá lugar treinta años después del final de "El Retorno del Jedi", es altamente confidencial.

"Hemos guardado el secreto por buenas razones (...). Incluso las personas que realmente quieren saber todo sobre la película, quieren descubrirlo en la pantalla", explicó Ridley.

Las especulaciones abundan. ¿Volverá Luke Skywalker, héroe de la primera trilogía? ¿Tiene relación Rey, cuyo apellido no ha sido revelado, con la dinastía de los Skywalker?

En cuanto a Darth Vader, ¿está realmente muerto? Kylo Ren, el nuevo villano interpretado por Adam Driver, cuyo traje y máscara negros son similares a los de Vader, habla directamente a él en el trailer: "Voy a terminar lo que empezaste".

"La saga es muy familiar, habla de preservar a la comunidad y de ser persistente", contó Lupita Nyongo a la AFP. La oscarizada actriz interpreta a Maz Kanata, un pequeño alien que se rumorea podría ser un nuevo Maestro Jedi.

El elenco de "El Despertar de la Fuerza" cuenta con más mujeres que las dos primeras trilogías. Además de Fisher, Ridley y Nyongo, estará presente Gwendoline Christie (la guerrera Brienne en la serie "Juego de Tronos") en el papel de la villana Capitán Phasma.

"La marca de fábrica de Star Wars es la diversidad", dijo Lupita Nyongo, quien señaló que "en los primeros episodios, dirigidos por George Lucas, paseábamos por un mundo de droides, extraterrestres, criaturas y seres humanos, todos mezclados".

Los expertos esperan que este film de presupuesto colosal obtenga unos ingresos aún más astronómicos: alrededor de 2.00 millones de dólares en los cines, sin contar con las ventas de los innumerables productos derivados.

Con otras dos películas aún por llegar, "Star Wars" podría incluso convertirse en la saga de mayor recaudación en la historia del cine.

Esto sería suficiente para permitir a Disney cosechar los frutos de los 4.000 millones de dólares invertidos para comprar este tesoro cinematográfico a George Lucas.