Sólo quiso tomarse un respiro antes de la ofensiva final por ser presidente, pero las cosas le salieron mal a Daniel Scioli, quien sorprendido en Italia mientras los bonaerense quedaban bajo el agua.

Como siempre, reaccionó rápido y volvió apenas encontró un vuelo, pero la oposición se lo está haciendo pagar.

El gobernador admitió que su viaje “personal”, el derecho de tomarse un respiro tras el stress que le generaron los últimos tramos de la campaña y que aparentemente impactan sobre su brazo lastimado tras el accidente de motonáutica.

Quienes lo conocen dicen que también le había prometido a Karina Rabolini tomarse unos días de respiro, pero no pudo ser, la política argentina, pero sobre todo las asignaturas pendientes que tiene el país en muchos temas, incluidas las obras de infraestructura, provocaron un daño sobre imagen que buscará revertir con la mayor rapidez posible.

El gobernador y candidato presidencial respondió a los que lo criticaron y los acusó de ”sembrar más bronca de lo que la gente tiene”. “Me parece que la gente demanda de una convivencia democrática madura”, dijo el gobernador rodeado de todo su gabinete. Scioli, quien volvió de Europa hoy poco después de las 8 de la mañana, dijo que no intenta "buscar excusas" por las inundaciones que azotan gran parte de la provincia, dijo que si no se hubieran hecho obras la dimensión del problema será mayor y reconoció que "nada nos garantiza que este fenómeno no vuelva a ocurrir".

"Quiero darle la seguridad y tranquilidad a la gente de que todos estamos abocados a lo prioritario que es atender a los damnificados", sostuvo Scioli en conferencia de prensa en la casa de gobierno de La Plata.