En el partido bonaerense de Salto, todo un barrio quedó bajo el agua, y donde había casas ahora está el río, que en su crecida sólo deja ver los techos.

"Nunca vimos nada así. Hablé con gente más grande, que vive acá hace años, y nadie recuerda nada comparable con lo que estamos viviendo", dice José María Vivas, de 36 años, que vive desde que nació en Salto.

La ciudad está sufriendo la peor inundación de su historia. José María es delegado del barrio Troncha, ese que se tragó el agua, y en los últimos días rema incansable con su bote para rescatar a sus vecinos y las pocas pertenencias que pueden rescatar. En algunas casas, el agua tiene más de 1,80 metro de altura.

Al menos 600 personas fueron evacuadas y se estima que otras 500 están autoevacuadas. El agua ya tapó el 10% de la ciudad y unos 5.000 vecinos afectados por la crecida del río Arrecifes, que hoy llegó a los 9,30 metros, el nivel más alto del que se tenga registro.

A pesar de que la lluvia dio una tregua, la situación en el noroeste de Buenos Aires se agravó por la crecida de los ríos, y ya son más de 11 mil los afectados.

Sentado junto a las vías del tren, sobre un terraplen que lo mantiene a salvo del agua, Matías López (24) mira a lo lejos lo que el agua marrón deja ver de su casa.

En sus brazos tiene a su hija, Jazmín, de sólo un año. La poca ropa que logró rescatar ahora es el abrigo para la beba. "No sé cómo explicar lo que siento, esto es desolador. Perdí todo lo que tenía: me quedó sin nada", cuenta desconsolado.