El ahora secretario General de la Presidencia, Aníbal Fernández, volverá a trabajar con su pareja Silvina Zabala -con quien tiene una hija-, quien de histórica asesora fue designada como subsecretaria general de la Presidencia.

Es decir, el segundo puesto en importancia en la oficina.

Para su nombramiento, la presidente Cristina Fernández decidió desplazar a Gustavo López, histórico funcionario que ocupaba ese cargo desde fines de 2008.

El radical K, habitual vocero del Gobierno en diferentes temas, fue degradado a ocupar un cargo inferior en la misma área: ahora se encargará de la subsecretaría de Relaciones con la Sociedad Civil.

Ambas designaciones fueron oficializadas este martes a través de dos decretos que llevan la firma de la presidente Cristina Kirchner. Como parte del equipo de trabajo de Aníbal Fernández, también se oficializó el desembarco de José Lucas Gaincerain como subsecretario de Coordinación y Gabriel Alfredo Bruno como director general de Administración dentro de la secretaría general de la Presidencia.

En 2012, Aníbal Fernández decidió separarse de su esposa Ana María del Carmen Barreiro y oficializó su relación con Silvina Zabala, madre de su hija adolescente, además de una de sus principales asesoras y jefa de Gabinete en la mayor parte de los cargos que el quilmeño tuvo en la última década.

El hasta hace poco senador dejó su puesto de jefe de Gabinete de ministros en 2011. Desgastado por años en el puesto, fue primer candidato del Frente para la Victoria para la Cámara baja en las elecciones de la provincia de Buenos Aires.

Este mes, gracias a la designación de Oscar Parrilli al frente de la Secretaría de Inteligencia (ex SIDE), Aníbal Fernández tuvo su regreso triunfal: fue designado en el cargo de secretario general de la Presidencia.