El obispo de Humahuaca, Pedro Olmedo, advirtió este lunes que "no ayuda a solucionar las cosas no reconocer los problemas", al salir al cruce de las críticas del Gobierno al documento de la Iglesia sobre inseguridad, y sentenció que "no se puede tapar el sol con la mano".

Luego de que la Conferencia Episcopal publicó el viernes el informe en el que diagnostica que "la Argentina está enferma de violencia", la presidenta Cristina Fernández sostuvo que quienes dicen que "hoy la Argentina es una Argentina violenta", quieren reeditar "viejos enfrentamientos" vividos por el país en el pasado.

Al respecto, Olmedo expresó que "no ayuda a solucionar las cosas no reconocer los problemas" y analizó que la situación que se vive en Jujuy con la violencia "es un volcán que está en erupción".

En cuanto a las críticas de la titular de Abuelas de Plaza, Estela de Carlotto, quien cargó contra el Iglesia al advertir que "no hablaron cuando la dictadura secuestraba tantísima gente" y "ahora se asustan porque hay violencia", el párroco manifestó que "ese no es un motivo para no poder hablar".

"Precisamente por lo contrario es que hay que hablar", agregó el Obispo de la Prelatura de Humahuaca en diálogo con radio Continental.

Además, Olmedo analizó que "un motivo de violencia es la ausencia del Estado que no se adelanta a los acontecimientos" y enumeró que lo que genera esta problemática "es la exclusión social, la falta de oportunidades, de trabajo, de perspectivas para los jóvenes y la pobreza social".

En tanto, puntualizó que en Humahuaca existen patotas que generan "violencia y muertes" y precisó que "en los centros urbanos que están cerca de la ruta, la penetración de la droga es muy fuerte".

"No se puede tapar el sol con la mano", enfatizó el párroco al salir al cruce a las críticas del Gobierno al documento de la Iglesia ya que, remarcó, "la violencia se ve en todos lados".

La Conferencia Episcopal que preside monseñor José María Arancedo publicó el viernes el informe en el que señala que la Argentina está "enferma" de una "violencia cada vez más feroz y despiadada" y considera que la corrupción, tanto pública como privada, es "un verdadero cáncer social" y causante de "injusticia y muerte".