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Gabo, el creador del realismo mágico
El Nobel colombiano marcó una línea en el periodismo con su especial forma de contar el mundo y su empeño en formar jóvenes cronistas
17 de abril de 2014
Gabriel García Márquez fue el principal exponente del realismo mágico en la literatura.
Pero también marcó pauta en el periodismo con su peculiar forma de contar el mundo y su empeño en formar jóvenes cronistas.
"La gran enseñanza de Gabo fue enseñarnos a mirar de lado. Mirar al detalle cuando no hay nada (noticioso), eso me lo enseñó él", dijo el periodista estadounidense Jon Lee Anderson en un foro organizado en Bogotá por los 87 años del Nobel.
García Márquez hizo un periodismo "único, muy propio", con ironía y siempre muy detallista, describió Anderson, quien se confesó fanático de los primeros reportajes del Nobel.
Gabo, como cariñosamente le llamaban sus amigos y lectores, comenzó a ejercer el periodismo en Colombia en los años 1950, primero en las caribeñas Barranquilla y Cartagena, y a partir de 1954 en el diario El Espectador de Bogotá.
En su paso por El Espectador el escritor viajó dentro y fuera de Colombia y "desarrolló sus instrumentos de reportero, para ir a buscar ese cuento que es noticia y echárselo a los lectores", explicó Abello, director y creador con García Márquez de la Fundación para el Nuevo Periodismo Iberoamericano.
El actual director de ese diario, Fidel Cano, recordó el más célebre escrito de García Márquez en El Espectador: El relato de un náufrago, un trabajo publicado en 1955 en varias entregas que luego se convirtió en libro y en el que se narraba la historia de un marinero colombiano que sobrevivió al hundimiento del barco Caldas.
"Cuando llega a El Espectador ya era un relato frío, un pez muerto, porque (el marinero) ya había hablado en todas partes. Pero Gabo lo recibe y sentándose con él empieza a mirar a otro lado y descubre el gran escándalo que había detrás del naufragio con el contrabando", dijo Cano.
"La excelencia literaria de ese relato es innegable, pero realmente lo que que le da el empuje a esa crónica es que empiezan a revelarse cosas", aseguró el director de este diario, del que García Márquez años después también fue columnista.