Uno los mitos vivientes de Hollywood, el legendario Mickey Rooney murió este domingo a los 93 años, tras una carrera que lo consagró como una de las figuras más taquilleras de la era dorada de Hollywood.

Humor, drama, comedia musical, fueron parte de su trayectoria en sus nueve décadas de carrera(debutó a los quince meses, en brazos de sus padres) recorrió todos los géneros ganando los premios más importantes: dos Oscar, un Emmy, un Tony.

Se casó ocho veces, una de ellas con la mujer más deseada del momento, Ava Gardner. Y se declaró en bancarrota en un par de oportunidades, después de haber ganado fortunas. “De joven perdí un dólar en las carreras de caballos, y gasté millones tratando de recuperarlo”, dijo alguna vez con esa acidez que lo caracterizaba.

El personaje que le convirtió en estrella fue Andy Hardy, un papel que interpretó en dieciseis ocasiones y que inició en 1937 con Asuntos de familia, una película coprotagonizado por Lionel Barrymore y dirigida por George B. Seitz. Después llegaron títulos como Los puentes de Toko-Ri (1954); Desayuno con diamantes (1961), de Blake Edwards; Requiem por un campeón; El mundo está loco, loco, loco (1963), de Stanley Kramer.

Una noche en el museo, y The Muppets (2011) figuran entre los trabajos más recientes de un artista que se mantenía en actividad.

Por su 1,57 de estatura, se lo conoció en sus inicios como “el pequeño”. Nada más lejos de su trayectoria: entre cine y televisión llegó a sumar más de trescientos títulos. Lo sobreviven ocho de sus nueve hijos.