Axel Kicillof se las está viendo en figurillas para resolver uno de los principales problemas de la economía, el abultado déficit fiscal, que en febrero se disparó a un nivel récord de 7.761 millones de pesos.
Este rojo representó un aumento del 1.375 por ciento con relación al mismo mes del 2013, cuando había sido de 526 millones.

El resultado primario, sin tomar en cuenta los pagos de deuda, también fue récord, de $5.627,1 millones.

El desequilibrio financiero fiscal de febrero más que duplicó al que se había sufrido en enero, que había arrojado 3.052 millones de pesos.

También se perdió el superávit primario, que en enero había sido de 798,5 millones y ahora arrojó un fuerte rojo superior a los $5.600 millones.

A este paso, será cada vez más difícil para Cristina Fernández recuperar la confianza de los mercados.