El locutor Pablo García Aliverti abandonó esta madrugada la reconstrucción del accidente en el que atropelló al vigilador Reinaldo Rodas hace una año, porque aseguró que no estaban dadas las condiciones para la pericia que se intentó realizar en la Panamericana, con el viaje de 11 kilómetros hasta el peaje.

En ese trayecto, el hijo del periodista Eduardo Aliverti se llevó el cuerpo del vigilador sobre el parabrisas, y para justificar su retiro del lugar, alegó: "El muerto podría haber sido yo".

"El cuerpo de Reinaldo ingresó en el habitáculo del auto. Nadie pensó que me podría haber matado a mí", argumentó el locutor, quien agregó: "Acá no se habla de que Reinaldo iba en bicicleta sobre la Panamericana. ¿Yo tengo la culpa de que en la colectora lo habían robado?".

García Aliverti aseguró que "hay un mito construido a través del alcohol en sangre. Hay muchas cosas raras: dijeron que tenía el registro vencido y estaba vigente hasta el 2017".

También cuestionó a la fiscal porque "ha tenido una serie de fallas extrañas" y a los medios, ya que señaló que manosearon la causa y la llevaron "con una seriedad que se puede poner bajo la lupa".

Aseguró, además, que con Catalina, la viuda de Rodas, quien hoy lo calificó de "cobarde" y antes había asegurado que él le pidió dinero para no llegar al juicio oral, dijo que "tenemos conversaciones muy frontales. Una cosa es lo mediático y otra cosa es lo personal".

Cargó contra el abogado de la mujer, al que describió como "adicto a la televisión y a buscar clientes a través de la pantalla".

Y ratificó que "lo que puedo hacer, tanto con Catalina como con la justicia, lo hago".