El papa Francisco no deja de sorprender con los cambios en la Iglesia católica, tras el anunció la creación de una Secretaría de Economía para coordinar la "gestión financiera y administrativa del Vaticano".

Se trata de la primera medida importante del Sumo Pontífice para reformar la curia romana tras una serie de escándalos e intrigas por la gestión de las finanzas de la Santa Sede.

"La nueva Secretaría tendrá la autoridad sobre todas las actividades económicas y administrativas de la Santa Sede y de la Ciudad del Vaticano", se indicó en un comunicado oficial.

El ministerio estará a cargo del cardenal George Pell (foto), arzobispo de Australia, uno de los purpurados que forma parte del G-8, el grupo de asesores del Papa encargado de estudiar la reforma del gobierno de la Iglesia y de su controvertida administración central.

Las reformas "harán más explícita la participación de expertos de alto nivel de experiencia en la gestión financiera, planificación y presentación de informes", agrega el texto del comunicado.

Se conformará un consejo de 15 miembros, que constará de ocho cardenales u obispos, con la intención de reflejar la universalidad de la Iglesia, y siete expertos de diversas nacionalidades con trayectoria financiera.

Además, tiene el objetivo de "mejor el uso de los recursos, la mejora de la ayuda (económica) disponible para varios programas, en particular los destinados a trabajar con los pobres y marginados".

Entre los lineamientos que plantea Francisco para la nueva Secretaría estará la elaboración, entre otras cosas, del presupuesto anual tanto para la Santa Sede y el Estado de la Ciudad del Vaticano.