El arzobispo de esa provincia y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, José María Arancedo se reunió con el gobernador Antonio Bonfatti y se puso a disposición para colaborar a "destrabar" la crisis policial en Santa Fe y reclamó "no negar los problemas, sino asumirlos y encaminarlos" a través de un diálogo "constructivo y sincero".

Al ser consultado sobre cuál sería su rol, Arancedo respondió: "Los buenos oficios que uno pueda prestar para tratar de acercar a las partes y las posiciones a fin de alcanzar un horizonte que permita encontrar una solución".

"La solución a esta crisis tiene que darse en el marco de la República y de sus instituciones", aseveró el prelado.

Arancedo se reunió esta mañana con Bonfatti, a quien le expresó su disposición de "colaborar para destrabar este momento de dificultad" derivado de los reclamos de aumento salarial que paralizaron la actividad de la policía provincial en las ciudades más importantes de la provincia.

El arzobispo santafesino insistió en la necesidad de "reconstruir la amistad social entre los argentinos a través del diálogo".

"Queremos recuperar el deseo de ser nación, y nación somos todos. La patria necesita protagonismo de todos sus hijos en orden a encontrar el bien común. Todos estamos llamados a convivir y en paz", agregó.

Arancedo dijo "tener esperanza de poder encontrar caminos de superación mediante un diálogo sincero, constructivo, que vaya poniendo los elementos de una cultura del encuentro, a fin de que podamos ir acercándonos a la Navidad con un corazón de hermanos entre nosotros".