En un emotivo séptimo juego, Miami Heat retuvo el título de campeón de la NBA al superar en el partido final a San Antonio Spurs por 95 a 88, en un electrizante partido.

En un partido parejo que se definió en el último minuto y medio, Miami demostró mayor convicción en su juego para tomar pelotas decisivas e imponer un juego de mucha potencia bajo los aros con la "mano caliente" del mejor jugador del mundo, LeBron James que terminó con 38 puntos.

Los Spurs dieron pelea todo el partido, por varios pasajes estuvieron arriba pero nunca más allá de dos puntos y sobre el final tuvo la chance de sacar ventajas, pero en pelotas determinantes una de su figuras Tim Duncan falló bajo el cesto cuando podían empatar y volcar la suerte del encuentro.

En esas tres jugadas claves, los Spurs fallaron y en posesión los Miami fueron demoledores y `por única vez en el choque sacaron los finales 7 puntos de diferencia.

Manu Ginóbili estuvo mucho tiempo en campo, no fue un partido brillante del argentino y tampoco del Tony Parker, su otro goleador que fue muy bien neutralizado por los Heat.

Así ela argentino, en su último años en los Spurs se quedó en al puerta de ganar su cuarto título, mientras los Heat ganaron su segundo título consecutivo y en su casa.

San Antonio no pudo revertir las estadísticas de romper la racha donde los equipos visitantes no ganan el séptimo partido decisivo, algo que en la NBA no sucede desde 1978.