La historia centenaria lo hace un grande del fútbol argentino, algo que es imposible de manchar, pero la historia reciente, de la última década, y en especial de los últimos tres años, condenan a Independiente a sufrir el peor golpe al corazón de sus hinchas: el descenso a la B nacional.

Por primera vez en su rica historia el "rojo" , el Rey de Copas, se despide de la A, en un escenario de gran frustración y desgarramiento para sus seguidores que ahora saben lo que es vivir de recuerdos cuando la realidad golpea tan duro.

Independiente era junto a Boca, los dos únicos grandes que nunca habían descendido de primera, y ahora ese lugar, entre los cinco equipos mas populares de la Argentina, solo le queda a los "xeneizes".

Sin embargo, no es Boca el único club de la A que nunca descendió en la historia, también se suma a esta estadística, Arsenal de Sarandí, que desde su ascenso en 2002, hace 11 temporadas que sigue militando en la división mayor.

En esta hora tan particular para entidad de Avellaneda no sirven las siete Copas Libertadores ganadas, ni las dos intercontinentales, ni la Supercopa mi la reciente Sudamericana de 2011, porque la historia cercana lo deposita en el peor lugar que es la perdida de categoría.

Esta no es hecho que tiene como únicos responsables, tanto el presidente Cantero, como el entrenador actual, Miguel Angel Brindisi, ni los actuales jugadores son los que deben cargar con las culpas.

El mal de Independiente viene de los últimos 15 años: luego de la primavera de 1994/95, con títulos locales e internacionales, llegó una debacle que se acentuó después del título Apertura de 2002 con América Gallego y un equipo "prestado" que rápido se fue del club sin dejar nada más.

En las últimas tres temporadas, edificó campañas muy penosas por donde pasaron siete entrenadores con muy malas campañas como fueron Daniel Garnero, Ramón Díaz, Antonio Mohamed, el interinato de Elvio Pavoni, Cristian Díaz, Américo Gallego y ahora Brindisi.

Una comisión directiva, encabezaba por Julio Comparada que esta sospechada de malversación de fondos y la venta de decenas de jugadores por millones de dólares que nunca se vieron en el club.

Muchas escenas de violencia con su barrabrava y un perfil de caída en picada que hace que este descenso sea la consecuencia lógica.

La derrota en esta fecha ante San Lorenzo sólo un dato más para una estadística anunciada.

Será tiempo de barajar y dar de vuelta para volver lo más pronto a primera. Lo exigen los Sastre, los de La Mata, los Erico, los Bochini, los Pastoriza, los Gustavo López, los Milito, los hinchas. El rojo es un grande y no se merece esta realidad.