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Después de la Tierra: todo queda en familia
En el nuevo film de Will Smith el actor trabaja con su hijo de 14 años y, produce con su mujer. Film futurista que paga las asignaciones familiares
6 de junio de 2013
La fórmula de antemano parece atractiva, el director de Sexto sentido M. Night Shyamalan y la figura carismática de Will Smith, sumado a la actuación de su hijo, Jaden, y un guión futurista y humano, hacen en la previa de "Después de la Tierra" un film tentador.
Esta película que estrena este jueves en las salas argentinas, apunta justamente a ese lugar de impactar desde los créditos y la propuesta aunque a la hora de ser espectadores algunas ideas queden a mitad d camino, aunque en realidad quienes la elijan como opción no se irán defraudados.
"Después de la Tierra" tiene para su realizador mayores méritos y logros que sus últimos propuestas que lo alejaron de aquel director que prometía mucho a fines de los noventa.
En este "encargo" (si bien Shyamalan figura como coguionista, se trata de un film al servicio de Will Smith, autor de la idea original, productor en asociación con su esposa, Jada, y protagonista en compañía de su hijo Jaden), el realizador de origen indio construye durante la primera mitad una más que aceptable historia de ciencia ficción apocalíptica sustentada en una conflictiva relación padre-hijo.
Los problemas surgen cuando la película dobla la curva y aparecen en masa todos aquellos elementos que han arruinado el indudable talento visual y formal que el Shyamalan cineasta posee.
La historia cuenta la devastación de la Tierra: los humanos han sido evacuados hacia otro planeta, Nova Prime, donde sobreviven luchando a toda hora contra otros habitantes (unos monstruos llamados Ursas).
En ese contexto, el joven cadete Kitai Raige (Jaden Smith) reprueba a sus 14 años el examen para convertirse en comando para enojo y frustración de su muy estricto padre, Cypher (Will Smith), un mítico jefe militar que está a punto de retirarse.
Entre ambos hay una enorme distancia, amplificada por el trauma generado por la muerte de Senshi (Zoe Isabella Kravitz), la hermana/hija mayor, de la que ambos se sienten culpables.
Una fallida misión que ambos compartirán los devolverá a nuestro planeta, convertido en una acumulación de amenazas tóxicas e irrupciones violentas, y que resultará en el ámbito para una posible reconciliación y redención.
Con es propuesta "Después de la Tierra" intenta seducir a los fanáticos del género y de los films de alto presupuesto y lo logran en gran medida, aunque no es una película que pasará a la historia.
Esta película que estrena este jueves en las salas argentinas, apunta justamente a ese lugar de impactar desde los créditos y la propuesta aunque a la hora de ser espectadores algunas ideas queden a mitad d camino, aunque en realidad quienes la elijan como opción no se irán defraudados.
"Después de la Tierra" tiene para su realizador mayores méritos y logros que sus últimos propuestas que lo alejaron de aquel director que prometía mucho a fines de los noventa.
En este "encargo" (si bien Shyamalan figura como coguionista, se trata de un film al servicio de Will Smith, autor de la idea original, productor en asociación con su esposa, Jada, y protagonista en compañía de su hijo Jaden), el realizador de origen indio construye durante la primera mitad una más que aceptable historia de ciencia ficción apocalíptica sustentada en una conflictiva relación padre-hijo.
Los problemas surgen cuando la película dobla la curva y aparecen en masa todos aquellos elementos que han arruinado el indudable talento visual y formal que el Shyamalan cineasta posee.
La historia cuenta la devastación de la Tierra: los humanos han sido evacuados hacia otro planeta, Nova Prime, donde sobreviven luchando a toda hora contra otros habitantes (unos monstruos llamados Ursas).
En ese contexto, el joven cadete Kitai Raige (Jaden Smith) reprueba a sus 14 años el examen para convertirse en comando para enojo y frustración de su muy estricto padre, Cypher (Will Smith), un mítico jefe militar que está a punto de retirarse.
Entre ambos hay una enorme distancia, amplificada por el trauma generado por la muerte de Senshi (Zoe Isabella Kravitz), la hermana/hija mayor, de la que ambos se sienten culpables.
Una fallida misión que ambos compartirán los devolverá a nuestro planeta, convertido en una acumulación de amenazas tóxicas e irrupciones violentas, y que resultará en el ámbito para una posible reconciliación y redención.
Con es propuesta "Después de la Tierra" intenta seducir a los fanáticos del género y de los films de alto presupuesto y lo logran en gran medida, aunque no es una película que pasará a la historia.