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Inflación del 0,3 %
El gobierno informó que en febrero los precios aumentaron aún menos de lo previsto. Pero los números siguen bajo la lupa por la intervención del INDEC
5 de marzo de 2007
En medio de la polémica, el Indec informó que la inflación en febrero fue 0,3 %, es decir, aún menor a lo que había hecho trascender el oficialismo, que era 0,4 %.
La cifra fue inferior al aumento en el costo de vida de igual mes de 2006, cuando los precios se elevaron 0,4%.
Sumó en el primer bimestre un alza de 1,5 por ciento.
Por su parte, los precios mayoristas aumentaron 0,7 por ciento y treparon 1,1 por ciento en los dos primeros meses de 2007.
En tanto, el costo de la construcción subió 0,7 por ciento y 3,1 por ciento en el acumulado de enero y febrero.
El mes pasado, los alimentos registraron una suba promedio del 0,7%, lo que generó un alza del 0,8% en el costo de la canasta básica alimentaria y fue el principal causante del alza del 0,3% del cuestionado Índice de Precios al Consumidor (IPC) del área metropolitana.
El índice, el segundo que se difunde luego del desplazamiento Graciela Bevacqua y Clyde Charre de Trabuchi, las dos funcionarias del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) que tenían a su cargo hasta mediados de enero el área que calculaba la variación de los precios, se conoció en medio de una nueva protesta de empleados del organismo, esta vez, frente al Palacio de Hacienda.
Tal como ocurrió en enero, los cambios metodológicos aplicados por la reemplazante de Bevacqua, Beatriz Paglieri, una funcionaria de carrera del Ministerio de Economía cercana al secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, dieron sus frutos.
Aunque también impactaron otros hechos, como el acuerdo al cual arribaron las empresas de medicina prepaga con el Gobierno para dar marcha atrás con la suba del 2% en los planes con copagos.
Pero el rubro que más aumentó, fue, paradójicamente, aquel en el que el Gobierno se desvela por controlar: la suba de los alimentos y bebidas tuvo una incidencia de 0,27 puntos en la suba final del 0,3%.
Los principales aumentos se dieron en este rubro: pomelo (13,1%), mandarina (13%), papa (uno de los productos que tenía un acuerdo con el Gobierno, 4,9%), harina de maíz (4,7%) y atún (4,4%). Pero también hubo subas en otros productos como el pan, las galletitas dulces y de agua, las pastas, algunos cortes de carne, el filet de merluza y lácteos como la leche entera, la leche en polvo, el queso crema, la manteca, el yogur cremoso y el dulce de leche.
El informe de febrero del año anterior consigna un aumento en el rubro alimentos del 1%, mayor a la registrada este año.
Hubo tres rubros que aportaron para que la inflación no fuera mayor: uno fue la indumentaria, que tuvo, siempre según el informe oficial difundido por el Indec, una baja promedio del 1,4%.
Los otros fueron Esparcimiento, que cayó un 0,8% gracias a que los precios del turismo registraron un descenso promedio del 3,9% (un año atrás habia sido menor, del 2,4%), y el rubro que contiene los servicios que proveen las empresas de medicina prepaga, que tuvo una merma 0,6%.
La cifra fue inferior al aumento en el costo de vida de igual mes de 2006, cuando los precios se elevaron 0,4%.
Sumó en el primer bimestre un alza de 1,5 por ciento.
Por su parte, los precios mayoristas aumentaron 0,7 por ciento y treparon 1,1 por ciento en los dos primeros meses de 2007.
En tanto, el costo de la construcción subió 0,7 por ciento y 3,1 por ciento en el acumulado de enero y febrero.
El mes pasado, los alimentos registraron una suba promedio del 0,7%, lo que generó un alza del 0,8% en el costo de la canasta básica alimentaria y fue el principal causante del alza del 0,3% del cuestionado Índice de Precios al Consumidor (IPC) del área metropolitana.
El índice, el segundo que se difunde luego del desplazamiento Graciela Bevacqua y Clyde Charre de Trabuchi, las dos funcionarias del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) que tenían a su cargo hasta mediados de enero el área que calculaba la variación de los precios, se conoció en medio de una nueva protesta de empleados del organismo, esta vez, frente al Palacio de Hacienda.
Tal como ocurrió en enero, los cambios metodológicos aplicados por la reemplazante de Bevacqua, Beatriz Paglieri, una funcionaria de carrera del Ministerio de Economía cercana al secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, dieron sus frutos.
Aunque también impactaron otros hechos, como el acuerdo al cual arribaron las empresas de medicina prepaga con el Gobierno para dar marcha atrás con la suba del 2% en los planes con copagos.
Pero el rubro que más aumentó, fue, paradójicamente, aquel en el que el Gobierno se desvela por controlar: la suba de los alimentos y bebidas tuvo una incidencia de 0,27 puntos en la suba final del 0,3%.
Los principales aumentos se dieron en este rubro: pomelo (13,1%), mandarina (13%), papa (uno de los productos que tenía un acuerdo con el Gobierno, 4,9%), harina de maíz (4,7%) y atún (4,4%). Pero también hubo subas en otros productos como el pan, las galletitas dulces y de agua, las pastas, algunos cortes de carne, el filet de merluza y lácteos como la leche entera, la leche en polvo, el queso crema, la manteca, el yogur cremoso y el dulce de leche.
El informe de febrero del año anterior consigna un aumento en el rubro alimentos del 1%, mayor a la registrada este año.
Hubo tres rubros que aportaron para que la inflación no fuera mayor: uno fue la indumentaria, que tuvo, siempre según el informe oficial difundido por el Indec, una baja promedio del 1,4%.
Los otros fueron Esparcimiento, que cayó un 0,8% gracias a que los precios del turismo registraron un descenso promedio del 3,9% (un año atrás habia sido menor, del 2,4%), y el rubro que contiene los servicios que proveen las empresas de medicina prepaga, que tuvo una merma 0,6%.