Las autoridades de China pusieron en blanco sobre negro la gran razón que explica el derrumbe de los mercados. Decidieron ir más despacio con su boom económico.

Durante la apertura de la sesión anual parlamentaria, el primer ministro chino, Wen Jiabao, llamó a un crecimiento económico sostenido pero más lento que en los últimos cuatro años e insistió también con la necesidad de luchar contra las disparidades sociales.

"La tarea más importante es fomentar un desarrollo sólido y rápido", declaró el jefe del gobierno en un discurso ante cerca de 3.000 delegados, durante el primer día de la sesión anual de la Asamblea Nacional Popular (ANP) en Beijing, donde fijó el objetivo de crecimiento en "cerca del 8%".

Al principio de cada año, el gobierno chino prevé un índice de crecimiento de un 8% pero cada año es superado. Los últimos cuatro, el PBI superó el 10% de aumento a pesar de las medidas tomadas para restringir el crédito.

"Hay que reforzar y mejorar las medidas de macrocontrol. Lo importante es limitar la cantidad de inversiones, controlar el crédito", añadió Wen ante los miembros de la asamblea, que estarán reunidos hasta el 16 de marzo en el Palacio del Pueblo de Beijing.

Por otra parte, Wen Jiabao prometió ayudar a los más desfavorecidos en las áreas rurales a tener una vivienda, cobertura social y médica y estudios. "Trataremos de preservar la igualdad y la justicia en la sociedad para que toda la población comparta los frutos de la reforma y del desarrollo", aseguró el primer ministro.

Respecto del medioambiente, Wen consideró que la economía continúa consumiendo demasiada energía y es muy contaminante. "Algunas instancias locales y empresas no han aplicado con suficiente rigor la reglamentación y las normas para ahorrar energía", explicó el primer ministro, que se comprometió a "multiplicar los esfuerzos para mejorar la calidad y el rendimiento del crecimiento económico".

Wen Jiabao anunció también que proseguirán con la reforma de los tipos de cambio para que el yuan sea más flexible. Esta es una medida resistida por los países industrializados ya que favorece comercialmente a China.

Durante la sesión, que concluirá el 16 de marzo, los delegados deben debatir, entre otras medidas, las leyes sobre la propiedad privada y sobre el fin de ciertos privilegios fiscales de las empresas extranjeras.