En medio de una jornada tensa, que incluyó airadas protestas de vecinos y de trabajadores de Carrefour, y una feroz presión de los hinchas, la Legislatura porteña aprobó por unanimidad restituiur el predio de Avenida La Plata a San Lorenzo de Almagro.

Fue tanta la presión que se alteró el orden del día y el Cuerpo parlamentario de la Ciudad comenzó a tratar sobre tablas el proyecto de ley que restituye el predio y lo aprobó en apenas una hora.



El propio presidente de San Lorenzo, Matías Lammens, concurrió al recinto para presionar por la firma del fideicomiso de garantía entre San Lorenzo de Almagro y el Banco Ciudad, que conduzca a la declaración de utilidad pública con el fin de recaudar fondos para hacer efectiva la restitución del predio.



Cristian Ritondo, voz cantante del PRO en la Legisladura, señaló que "este club fue víctima de la Argentina de los despojos, de esa dictadura que con empresas fantasmas sólo quiso hacer negocios. Cuando asumí el cargo de vicepresidente me junté con directivos de San Lorenzo y fueron ellos los que me introdujeron en el tema. Por eso quiero felicitar a la Sub Comisión del Hincha, porque esto también es militancia y un club es fundamental en el funcionamiento de una sociedad".



Pero los vecinos no querían el regreso de la cancha de San Lorenzo, por el impacto negativo que tendrá sobre el valor de las propiedades de la zona.

También lo rechazan unos 700 empleados de Carrefour, que temen quedarse sin empleo.

Vecinos y empleados del supermercado que en la actualidad funciona en avenida La Plata 1700 entregaron un petitorio con 15 mil firmas que avalan lo que sostuvieron los representantes de vecinos y empleados ante el legislador del Pro.

Sostienen que el regreso del estadio provocará la desvalorización de las propiedades de la zona y graves problemas de inseguridad en desmedro de la calidad de vida de los vecinos.

Advierten, además, que la construcción importará graves daños ambientales, contaminación sonora, caos vehicular y un tema no menor como la pérdida de la fuente de trabajo de más de 700 familias.

No hubo caso, las cartas estaban echadas, para alegría de Marcelo Tinelli y los fanáticos de San Lorenzo.