Ya no sólo el arco de especialistas independientes o de la oposición advierte sobre el impacto de la inflación en el bolsillo de los consumidores y en la economía argentina, ya que los propios economistas del Plan Fénix -uno de los tanques de ideas o 'think thank' en el cual se basa el 'modelo' cristinista- alertaron que la tasa de inflación es del 23% anual y sugirieron al Gobierno de Cristina Fernández aplicar una política antiinflacionaria cuanto antes. Para no esmerilar al gobierno, el informe no se divulgó, pero Clarín accedió al memo que lleva la firma ‘Cátedra Abierta Plan Fénix’ con fecha ‘Octubre de 2012’ y el membrete de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires.

El documento pondera la etapa de crecimiento económico de los últimos años, pero es rotundo al alertar que el ciclo de expansión “presenta dificultades”. ¿La principal?: "Uun proceso inflacionario que se ha iniciado un quinquenio atrás -justo cuando asumió Cristina Fernández- y que, si bien muestra un ritmo administrable, alcanza hoy índices superiores a los deseables”.

En este Grupo se formaron, entre otros, la presidenta del Banco Central, Mercedes Marcó del Pont, quien ahora sostiene que la emisión monetaria no está emparentada con el alza del costo de vida.

Marcó del Pont es discípula del economista Héctor Valle, uno de los pocos que en los 90 criticó el retraso cambiario provocado por el Plan de Convertibilidad y su impacto en la actividad económica y la destrucción del aparato productivo y el empleo.

El Grupo Fénix ya habí criticado la intervención del Gobierno al INDEC, como también lo había hecho el equipo de economistas de la UBA en el cual participa el actual viceministro de Economía, Axel Kicillof.

“Existen concretas preocupaciones por el retraso cambiario que la inflación tiende a generar en el tipo de cambio real y en los niveles de tarifas de servicios públicos”, señala el trabajo del Fénix, que guarda similitudes con declaraciones realizadas por el propio Valle (director de YPF) y Aldo Ferrer (embajador en Francia), ya que ambos señalaron que la inflación deterioró la competitividad cambiaria y que el tipo de cambio está atrasado. El memo sostiene que “las cifras que ofrece el INDEC han perdido credibilidad, las provinciales no cubren un territorio de suficiente significación y las que publican las consultoras privadas exageran, en general, las tasas de inflación reales”.

Sostiende que “el promedio del incremento de precios, según siete institutos provinciales de estadísticas, resulta aproximadamente del 23%”.

El Fénix -que alude al mito griego del ave que resurge de las cenizas, es un proyecto de la UBA formado por economistas heterodoxos con el fin de impulsar políticas contrarias a las neoliberales de la década del 90 y pregona mayor intervención estatal en la economía.

Abraham Gak es el director del proyecto mientras que Jorge Gaggero, un economista de la UBA especializado en temas fiscales, es otro de sus participantes activos.

Por el Fénix pasaron actuales funcionarios del Gobierno: además de Valle y Ferrer, también fueron miembros Enrique Arceo (economista de FLACSO y vicepresidente del Banco Nación), Eduardo Basualdo (economista de FLACSO y director de YPF) y Marcó del Pont.

“Cualquier esfuerzo que procure reducir la inflación debe comenzar por cuantificar su magnitud, determinar sus causas, evaluar los resultados negativos producidos en el pasado como consecuencia de la aplicación de políticas antiinflacionarias de matriz ortodoxa”, sostiene el trabajo.