Un día de desconcierto vivió San Lorenzo, sumergido en su propia crisis: primero con el atrincheramiento de Ricardo Cartuso Lombardi, quien no aceptó renunciar y luego de varias horas de negociaciones firmó su salida del club.

Todo en medio la llegada del nuevo entrenador, Juan Antonio PIzzi, quien luego de mantener varias reuniones con integrantes de la Comisión directiva, terminó de convencerlos y este viernes firmaría su contrato.

Mientras tanto, apareció un entrenador interino que fue echado por Caruso Lombardi y los jugadores que estaban concentrados en un hotel de Los Cardales decidieron retirarse, al no tener alguien que los dirigiera en estos días de incertidumbre.

A partir de la salida de Caruso y la llegada de Pizzi al club de Boedo, los directivos esperan restablecer la calma perdida en estos días de cara al reinicio del Torneo Inicial, dentro de ocho días y con un partido clave ante Godoy Cruz, en Mendoza.

Caruso terminó de arreglar cuando quedó convencido de que los cheques que le entregan por los casi tres millones de pesos que se lleva del club están avalados por el mismísimo Marcelo Tinelli.

En ese marco, tras la firma de Pizzi del nuevo contrato este viernes, los jugadores retornarían a la concentración, pero también tendrá que retornar la paz interior en el club, algo que por ahora se fue, mientras los del Bajo Flores miran de reojo el descenso.