"Si mi hijo quiere, veremos que hacemos", esta frase dicha por Juan Román Riquelme levantó el avispero en el mundo Boca, porque el astro es ante todo un buen político de su propia carrera, y sabe hablar en el momento que puede “pegar” y generar un efecto personal .

Con un equipo perdido en el campo de juego y la situación del entrenador Julio César Falcioni en tela de juicio por parte de los hinchas, su palabra es una bomba que golpea donde sabe que más moviliza a los simpatizantes "xeneizes": su retorno.

"Cuando pase el tiempo me sentaré con mi hijo a hablar y veré qué es lo que él quiere. Si me quiere ver jugar veremos si lo hacemos, y si no hay ganas no lo haré, pero ahora quiero disfrutar de mis amigos", sintetizó en declaraciones a un programa radial.

No habló en cualquiera, sino en el que conduce Alfio Basile Jr, el hijo del "Coco", uno de sus grandes amigos en el fútbol.

Allí, Román, quien dejó de jugar en julio con Boca, después de la final de la Copa Libertadores, y que nunca terminó de anunciar un retiro definitivo ni arreglar su situación contractual con Boca, agregó: "Juego todos los días, la paso bien, me siento muy contento y disfruto de cosas que antes no podía".

En la intimidad del enganche, gente que lo conoce bien, dice que se "muere por volver a jugar" y si bien mantuvo un perfil bajo desde julio pasado, la realidad actual del equipo lo hizo volver a aparecer para dejar su impronta en la interna que se ha generado en torno a la continuidad o no del DT