Por primera vez desde que arribó Hugo Chávez al poder en 1999, las elecciones en Venezuela aparecen muy reñidas, con casi 19 millones de venezolanos convocados a las urnas para elegir entre la reelección del presidente para el período 2013-2019, o modificar el rumbo elegiendo al joven candidato opositor Henrique Capriles Radonski. Con 58 años y severos problemas de salud, Chávez encabeza la mayoría de las encuestas, aunque Capriles, de 40 años y ex gobernador del populoso estado de Miranda (norte), achicó la diferencia que lo separaba del mandatario.

Chávez, al frente del país con las mayores reservas de crudo mundiales que le sirven para financiar programas sociales para las clases populares, su sustento político, prometió en caso de ganar profundizar su "revolución socialista". Capriles, por su parte, ofrece un modelo basado en el brasileño, que concilie los sectores público y privado, y acabar con el personalismo de Chávez, quien ejerce un control absoluto sobre los medios estatales.

A través de Twitter, Capriles escribió a los electores: "Tu voto es tuyo, es secreto y nadie puede quitártelo. Vota por ti, yo también votaré por ti!", dijo, para aplacar todo temor sobre la posibilidad de que el proceso automatizado de votación permita vulnerar el secreto del voto. Los venezolanos votarán con un sistema 100% automatizado, en el que elegirán a su candidato en una boleta electrónica y confirmarán su opción en una computadora, que inmediatamente emitirá un comprobante físico que será guardado en una urna para su posterior auditoría.

Militantes de distintos lugares del mundo viajaron a Venezuela para apoyar al régimen chavista, en especial decenas de integrantes de La Cámpora, la agrupación liderada por Máximo Kirchner.

Los resultados, sin embargo, no serán dados a conocer por el CNE hasta que la "tendencia sea irreversible" y esté claro quién es el ganador.