La investigación del asesinato del militante del Partido Obrero Mariano Ferreyra a manos de hombres de la Unión Ferroviaria generó hoy zozobra al desaparecer Enrique Alfonso Severo, un testigo que debía presentarse a declarar por el crimen y que aportaría detalles clave. El auto de Severo, un Renault Clío, fue hallado en Gerli, partido de Avellaneda, y la familia no sabe nada de su paradero desde anoche, cuando salió de su casa en Avellaneda vistiendo jeans azules, zapatos y una camisa.

El auto, de 5 puertas, es negro y la patente HCA 137.

Estaba estacionado sobre el pasaje Angaco al 1500, entre Casacuberta y Helguera, localidad de Gerli.

La Bonaerense acordonó la zona y ya se encuentran peritos de la fuerza trabajando sobre el automóvil.

Severo, un empleado de Ferrobaires, al declarar en la etapa de instrucción reveló que la agrupación del sindicato Unión Ferroviaria (UF) de Plaza Constitución guardaba armas en su oficina de esa terminal de trenes.

A Severo ya le habían baleado su casa y recibía amenazas telefónicas por sus declaraciones en este caso. El Partido Obrero reclamó "a todos los poderes del Estado la aparición de Alfonso Severo, y el desmantelamiento de todos los resortes materiales y políticos que continúan sosteniendo al entramado mafioso que está siendo juzgado por el crimen de Mariano y las gravísimas heridas a nuestra compañera Elsa Rodríguez”.