La presidenta Cristina Fernández ya tiene al coronel que deberá dar lo que el kirchnerismo considera la batalla final para desarticular al Grupo Clarín, con la asunción de Martín Sabbatella como titular del AFSCA.

Cristina dejó en claro cuál será el objetivo de Sabbatella: dijo que el 7 de diciembre próximo "vence el plazo para la desinversión" que marca la ley de Medios para que las empresas que concentran licencias realicen la desinversión. El ex intendente de Morón deberá al menos achicar Cablevisión y tratar de que Clarín se desprenda de Canal 13, además de reducirle la cantidad de cables en distintos lugares del país, una restricción que no alcanza a compañías extranjeras ni telefónicas.

Cristina le dijo a Sabbatella que asumir al frente del AFSCA, o ex Comfer, hace que desde ahora el dirigente de Nuevo Encuentro se convierta en "feo, sucio y malo". "Te van a poner a prueba, te van a tergiversar y te van a descontextualizar frases, como a mí", resaltó la mandataria, obsesionada más por los títulos de los diarios que por gobernar.

Cristina dijo que la función de Sabbatella será "democratizar los medios", es decir, tratar de que todos tengan el mismo discurso, como ocurría cuando su marido estaba al frente de Santa Cruz o como ocurre ahora con medios como Página/12, Tiempo Argentino, BAE, Crónica, Debate, Revista XXII, Diario Popular y tantos otros.

Nunca un gobierno democrático tuvo tantos medios a favor desde Juan Domingo Perón en 1974.

Por las dudas, Sabbatella no renunció a su banca de diputado, sino que pidió licencia.