Algunos datos que surgen de las dos últimas encuestas realizadas en la provincia de Buenos Aires preocupan al gobierno por las tendencias reveladas, que no dejan buen margen para ganar holgadamente en ese distrito en las legislativas de 2013, y congela la idea de un Congreso con amplia que mayoría que impulse una re-relección.

A pesar de la aplastante victoria de 2011, los propios analistas del gobierno saben que el escenario de una elección legislativa es siempre diferente a una presidencial, y con el antecedente de la derrota de 2009, donde el propio Néstor Kirchner fue derrotado, en los pasillos oficiales hay preocupación, aunque también se tejen estrategias.

Una de las encuestas, realizadas por Management & Fit, muestra en la provincia de Buenos Aires que la imagen negativa de la presidenta subió a 58,4 por ciento mientras que la positiva cayó a 35,4 .

En tanto, otra medición, un poco más optimista para el Gobierno realizada por Isonomía a comienzos de este mes, ubica a Cristina con 51,6 de imagen positiva y 46,1 de negativa, con un dato que no alcanza para una gran elección como necesita el oficialismo.

En las mismas encuestas, a Alicia Kirchner tampoco le sonríen los números: en la de M&Fit la ministra de Desarrollo Social cosecha un 22,9 por ciento de imagen buena y muy buena, un 33,3% regular, un 25,2% mala, mientras en la de Isonomía, tiene 46% de imagen positiva y 38% de negativa.

Ante ciertos datos de malas elecciones en otros distritos para el Gobierno, el bastión bonaerense es clave para las ambiciones de un tercer período presidencial que antes debería refrendarse con una reforma de la Carta Magna y para ello hace falta una amplia mayoría legislativa.