El argentino Sergio "Maravilla" Martínez escribió una página de gloria del boxeo argentino al derrotar por puntos al campeón mundial Julio César Chávez Jr, en una pelea histórica inolvidable disputada en Las Vegas.

"Maravilla", quien le sacó el invicto a Chávez, ganó por fallo unánime según los jueces Adalaide Byrd and Dave Moretti, quienes lo vieron triunfador por 118-109, y Stanley Christodoulou, por 117-110.

El argentino se hizo acreedor al título mundial de los Medianos del Consejo Mundial de Boxeo, que fue suyo y se lo habían 'quitado' en las oficinas para dárselo a Chávez.

Maravilla fue el gran dominador táctico y estratégico del combate con unas primeras cinco vueltas perfectas, donde sacó una importante diferencia de puntos, ante un mexicano errático y sin conceptos para superar el planteo del quilmeño.

No hubo grandes golpes del argentino pero sí un trabajo inteligente para socavar la defensa y el físico de Chávez, que nunca le encontró el ritmo la combate y terminó con su rostro muy golpeado.

A partir del séptimo, Martínez comenzó a pagar el efecto de tanta entrega física y, con cierta fatiga, mermó su ritmo, pero ahí se evidenció que Chávez no tenía respuestas para dar vuelta la pelea, más que la búsqueda de una mano salvadora.

En las vueltas finales, especialmente en el décimo y undécimo, Martínez se prendió más al cuerpo a cuerpo, escenario más favorable para el mexicano, pero impuso respeto y cerca estuvo de tirarlo al entonces campeón mundial.

Quizás esa confianza provocó un descuido en la vuelta final cuando Chávez, al minuto 40, lo encontró con una derecha corta y tiró al suelo al argentino.

Muy conmovido, se levantó en estado "groggy" y solo su amor propio y la falta ya de energías del mexicano evitaron un nocaut anunciado y logró terminar de pie.

Muy claras fueron las ventajas para el argentino en las vueltas iniciales y sus contantes búsquedas de la pelea que hicieron que los jurados de las Vegas --muy pocos amigos de quitar títulos en peleas cerradas-- le otorgaran el cinturón del mejor del mundo.

Fue una gran pelea, con dramatismo e intensidad, con los gladiadores terminando sangrando y a pesar de la derrota Chávez demostrando con ese final que tiene actitud de campeón.

Llegará sin dudas la revancha --se la merece el mexicano-- y para Martínez la pelea con otros grandes de la categoría, más millones y la fama de estar entre los tres mejores boxeadores del nuevo siglo.

Maravilla, escribió bajo el cielo de Nevada, su página eterna para el boxeo nacional. Un gran campeón.