Los Juegos Olímpicos de Londres 2012 se despidieron hoy a puro show, color y música, y ahora habrá que esperar otros cuatro años, hasta 2016, para los que se disputarán en Río de Janeiro.

El pebetero, que estuvo encendido durante 17 días, se apagó luego de que los asistentes a la fiesta se sorprendieran con una maqueta de una Londres que mostraba sus monumentos más emblemáticos: London Eye, el Tower Bridge y el Big Ben.

El príncipe Harry fue el representante de la realeza británica en el palco, y -luego- al show musical con Madness (“Our House”), los Pet Shop Boys, la banda juvenil One direction, Ray Davies y Stomp, un grupo de percusionistas. Luego desfilaron los deportistas, abanderados, incluido Sebastián Crismanich, encargado de portar la bandera argentina.

Recorrieron uno de los correderos del escenario que formaban la bandera británica, mientras el resto de los deportistas avanzaban por entre las tribunas.

Las Spice Girls, grupo inglés que brilló a finales de los 90 y luego se separó, hicieron su aparición en taxis negros que cambiaban sus colores por el jugo de luces, y luego Liam Gallagher cantó “Wonderwall”.

Luego le tocó a Brasil, el próximo país que albergará a los Juegos Olímpicos, en 2016, y en la ciudad famosa por su carnaval: Río de Janeiro.

Incluyó no sólo samba y capoeira sino también al astro del fútbol brasileño, Pelé, quien descubrió su figura debajo de un sobretodo.