No debe sorprender, pero lo siguen haciendo. La Generación Dorada de Básquetbol marcó otro hito en esta gran década de brillo y venció a Brasil 82 a 77 en el partido de cuartos de final, y se metió en las semifinales de los Juegos Olímpicos donde pretende sumar la terera medalla consecutiva.

Con mucho oficio y una mentalidad ganadora, este equipo de mil batallas, demostró su paternidad con Brasil y le ganó no solo con juego, sino también con manejo de los tiempos y la experiencia de grandes conquistas.

Ahora, el viernes, la Argentina deberá jugar la semifinal, seguramente con el Dream Team, que juega su pase con Australia, y buscará hacer más historia y conseguir un pasaporte al sueño dorado. Parece imposible, pero con este grupo nada lo es.

La otra semifinal la disputaran España ante Rusia, que reeditaran un partido de la primera fase donde ganaron justamente los rusos.

El partido fue vibrante y palo al palo como se esperaba, pero solo en el primer cuarto Argentina estuvo debajo en el marcador y a partir del segundo, la Generación Dorada se puso arriba y hasta logró sacar diez puntos de ventaja.

A partir de allí, si bien por momento Brasil logró acortar diferencias, nunca se acercó a menos de tres puntos y con mucha concentración y experiencia sostuvo la victoria hasta el final para volver a soñar con medalla y podio.

Un premio justo para esta Generación que desde 2002 solo da satisfacciones a los argentinos y ya tiene dos medallas colgadas en sus cuellos (dorada en Atenas 2004 y Bronce 2008) y aún tiene hambre de más.