El presidente de River, José María Aguilar, aseguró hoy que su institución es "la más segura" del país, y consideró que la clausura que se le impuso por los incidentes ocurridos en la zona de quinchos el domingo 11 se debió a que "ha habido una medida arbitraria" fruto de lo que estimó es "la necesidad de encontrar un chivo expiatorio".

Aguilar atribuyó a las fuerzas de seguridad estatales la responsabilidad de controlar los hechos delictivos como el ocurrido cuando supuestos barrabravas ingresaron a la zona de quinchos del club armados y se enfrentaron entre sí con el resultado de cuatro personas heridas.

Aguilar, quien se mostró muy irritado al responder a preguntas de periodistas que lo aguardaban en la puerta de su casa, dijo sentirse "responsable" de todo lo que pase en River, pero atribuyó a la policía la obligación de controlar la seguridad.